Joaquín Arango, uno de los autores de las principales conclusiones del Anuario de la Inmigración en España, ha aclarado que la crisis económica ha hecho mella sobre la inmigración en España transformando el perfil medio que presentaba durante los años anteriores: ahora es una población organizada en más núcleos familiares, que tiene menos jóvenes, está más feminizada y más cualificada, pero sobre todo, que vive bajo el umbral de la pobreza.