Banco Santander ha obtenido un beneficio ordinario de 3.658 millones de euros en los primeros nueve meses de 2020, un 33% menos que en el mismo periodo del año anterior, por las mayores provisiones relacionadas con la pandemia de la covid-19. José Antonio Álvarez, consejero delegado de Banco Santander, ha destacado en una rueda de prensa telemática celebrada desde la sede en Boadilla del Monte, que aunque la pandemia ha afectado a la actividad, el banco ha observado mejores tendencias en el tercer trimestre. José Antonio Álvarez también ha señalado que el banco ha mejorado sus perspectivas de coste del crédito en 2020 hasta aproximadamente un 1,3%, frente a la previsión anterior de 1,4-1,5%, debido a las tendencias positivas observadas en el comportamiento de los clientes. El Consejero Delegado de la entidad también ha explicado que los planes de eficiencia del banco avanzan más rápido de lo previsto, con una reducción de costes superior al 2% en euros constantes. En los primeros nueve meses del año, la región de Europa ha logrado unas sinergias de costes de 500 millones de euros, un cifra por encima del objetivo para todo 2020.La presentación de resultados ha coincido con la celebración de la junta de accionistas que ha aprobado la ampliación de capital para la entrega de nuevas acciones equivalentes a 0,10 euros por acción, elevando la remuneración total correspondiente a 2019 a 0,20 euros. Asimismo, los accionistas han dado luz verde al pago en 2021 de 0,10 euros por acción en efectivo, sujeto a la aprobación de los supervisores. En su discurso, la presidenta de la entidad, Ana Botín, ha anunciado los planes clave de la transformación digital de la entidad para convertirse en la mejor plataforma abierta de servicios financieros, que se apoyará en tres grandes iniciativas: One Santander, modelo operativo y de negocio común a todo el Grupo; la creación de un banco global de financiación al consumo nativo digital, basado en el negocio de consumo y la plataforma de Openbank; y la integración de los negocios de pago más disruptivos en una compañía autónoma para competir con las grandes plataformas globales de pagos.
