La tasa turística diseñada por el Ayuntamiento de Santiago en colaboración con la USC, que propone gravar las pernoctaciones en la ciudad con entre 1 y 2,5 euros en función del tipo de establecimiento, plantea un modelo de aplicación en el que la Adminsitración autonómica se encargaría de la recaudación del impuesto para su cesión a los ayuntamientos turistificados que decidan implantarlo.