Saray Benito es una de las personas que el 11 de marzo de 2004 estaba montada en uno de los trenes que explotaron poco antes de llegar a la estación de Atocha. Ahora, 20 años después, ha recordado el "horror" que vivió aquel día y cómo el sonido de las explosiones todavía retumba en su mente. "Para mí, todos los días son 11-M, aunque haya días que intente olvidarlo, los ruidos en mis oídos no me dejan", ha confesado.