MADRID, 17 Mar. (CHANCE) -
Lady Gaga ha vuelto para crear polémica. Ríete tú de los escándalos que provoca Miley Cyrus, que se quedan en comparación con lo que hace la neoyorquina, en un juego de niños. Todo ocurrió hace varios días cuando Lady Gaga actuaba para el SXSW Festival en Austin, Texas. En una de las performances, Gaga tuvo la desafortunada idea de coger una "artista", si es que se le puede llamar así, para que literalmente le vomitase encima.
No han sido pocos los fans de Lady Gaga a los cuales esta actuación no les ha gustado nada en absoluto, ya que juega con algo que puede herir la sensibilidad de muchas personas que puedan sufrir trastornos alimenticios tales como la anorexia o la bulimia. Una de esas personas que creen que Lady Gaga ha excedido los límites ha sido Demi Lovato, la cual estuvo ingresada en un centro de rehabilitación por algunos desordenes alimenticios y se mostraba negativa con que se jugase con esto.
"Triste... Como si no tuviésemos suficientes personas que idealizan los trastornos alimenticios. En pocas palabras, no es 'cool' ni 'artístico' en absoluto", escribía como rechazo Demi Lovato en su cuenta de Twitter. Y es que las críticas no solo se centran en Lady Gaga si no la famosa chica que vomita, Millie Brown la cual ha respondido a Demi Lovato a través de TMZ.com.
Lo primero que explica la web es que nadie pretendía ofender a nadie, algo que es muy difícil la verdad, y que solo "pretendían desafiar el concepto de belleza", aunque quizás no debería de haber sido este el modo. Y además va más allá y defiende lo que hace con su cuerpo -que para el caso es suyo- para crear esta inquietante expresión artística.
"Hay una clara diferencia entre usar mi cuerpo para crear algo bello, de expresarme y sentirme poderosa, en vez de usarlo para castigarme a mí misma y ajustarme a las normas de la sociedad", explicaba para TMZ.com. El caso es que no debe ser sano el vomitar tantas veces aunque no sea con una alta frecuencia, tenemos claro que cada uno hace lo que quiere con su cuerpo pero los excesos y el saltarse algunas líneas que separan lo artístico de lo desagradable hacen que se creen estas polémicas que pueden herir sensibilidades.
