MADRID, 28 Ene. (CHANCE) -
El que se admitiese hace varias semanas la demanda de paternidad contra el Rey Juan Carlos, nos alarmó a todos. Que el Tribunal Supremo admitiese a trámite esta demanda interpuesta por la ciudadana belga Ingrid Sartiau, hacía saltar las alarmas.
Sin embargo, no era la única demanda de paternidad que se ha presentado contra el monarca. El catalán Albert Solá también había interpuesto otra demanda de paternidad, pero finalmente esta no ha sido admitida. Este miércoles, el Tribunal Supremo ha notificado el auto de inadmisión, explicando las razones del rechazo.
Y es que en esta demanda, el Tribunal ve que no se aporta "lo que se dice que se aporta (prueba de ADN) y que se ocultan datos voluntariamente". Además, en esta demanda presentada por Solá, tampoco no se entregaron los "documentos que deberían existir según los hechos de la demanda".
Sin embargo, el auto en sí no ha podido ser facilitado por el alto tribunal pues han resuelto que no se entregará este documento a los medios ya que incluyen datos que sin duda podrían vulnerar la intimidad del demandante, es decir, Solá.
El no aportar el principio de prueba exigido por la ley, además de no contener un relato de hechos mínimamente coherente y razonablemente verosímil.
Albert Solá, nacido en Barcelona en 1956 y criado en una familia adoptiva, defiende que el rey Juan Carlos mantuvo una relación con su madre biológica, Anna Maria Bach Ramon, antes de ser proclamado jefe del Estado. Su abogado mantiene que la inviolabilidad no ampara las conductas privadas que realizó cuando todavía no era jefe del Estado, según su demanda.
A diferencia con la demanda que interpuso Ingrid Sartiau, y su abogado que nos ofreció una extensa entrevista a CHANCE, se desvincularon de la demanda de Solá. Además, la demanda de Ingrid parece que si cumple con los requisitos legales y sigue adelante. Sin embargo, todavía no ha sido notificada al monarca.
Una vez se haga, se emplazará al Rey Don Juan Carlos a que conteste a esta demanda de paternidad. Una demanda en la que también se incluía una prueba de ADN por parte del monarca, el cual tiene 20 días hábiles para contestar a la misma cuando reciba la notificación del auto de admisión.
