MADRID, 21 Nov. (CHANCE) -
A sus 23 años ha conquistado el mundo de la música con sus canciones de amor. Reconocimientos allá donde va avalan una carrera de una de las pocas divas que intenta permanecer apartada del qué dirán, sin el más mínimo interés en caer en las garras de los que buscan titulares de su vida privada.
Desde que comenzara en esto de la música ya se empezó a hablar sobre la temática de sus canciones, y siempre hay alguien que le endilga un nombre como destinatario de sus temas. Una mujer casera, amante de la cocina y de los pequeños placeres, abre su corazón para la revista Glamour en una entrevista donde ella lleva las riendas, sin hablar, como siempre hace, de tema novios.
Aunque en sus canciones habla sobre ellos, en la vida real tiene una regla que nunca incumple: hablar de sus relaciones en entrevistas. Asegura que es la mejor manera de evitar las tentaciones a que otros especulen sobre su vida, y por consiguiente a que la cantante esté menos expuesta a aquello que puede herir sus sentimientos. "Sinceramente, mi música es el único espacio donde hablo abiertamente de cómo las cosas me hacen sentir", admite Taylor Swift a Glamour.
Siempre intenta mostrarse cercana con sus fans y si puede, incluso charlas con ellos "sobre sus vidas y sus problemas". Confiesa que no busca ser "la persona más cool de la industria musical", si no "ser amable y cercana". A pesar de todos sus intentos por parecer una chica 'normal' y demostrar que la fama no se le ha subido a la cabeza, Taylor cuenta que hace poco vivió uno de los momentos más horribles de su vida. Acudió a un programa de televisión donde los fans de One Direction -recordemos la historia de amor entre Taylor y Harry Styles- decían que deseaban verla muerta. "De verdad. nunca había escuchado algo tan horrible sobre mí, y menos dicho por una niña de 12 años", añade la cantante de country.
Pero es lo que tiene la fama, a lo mejor no expones tu vida pero cada día sale a la luz nueva información sobre ti que, mentira o verdad, no agrada escuchar. Por eso Taylor lo tiene claro: "Tengo que vivir mi vida y ser coherente conmigo misma. Sólo porque haya un huracán soplando sobre tu cabeza no tienes que dedicarte a abrir las ventanas a mirar qué ocurre".
