Innova.- Investigadores andaluces estudian la evolución y adaptación de los bosques de pinsapos de la Comunidad

Actualizado: lunes, 2 junio 2008 19:36

SEVILLA, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un equipo de investigadores andaluces formado por especialistas en los ámbitos de la Ecofisiología, Ciencias del Suelo, Física Atmosférica y Biología Molecular, ha iniciado un estudio dirigido a determinar las características de los bosques de pinsapos andaluces para introducir mejoras en su gestión.

El proyecto, calificado de excelencia por la Junta de Andalucía, ha sido subvencionado con 212.000 euros por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa, según indicó Andalucía Investiga a través de un comunicado.

En este sentido, uno de los escenarios elegidos para el estudio es el pinsapar de Sierra Bermeja, en Málaga, ya que su cercanía con el Polo Industrial del Campo de Gibraltar (Cádiz) "puede ser uno de los factores de deterioro", ante el grado de exposición al nitrógeno y otros compuestos procedentes de las chimeneas instaladas.

Los investigadores trabajan además en el pinsapar de la Sierra de las Nieves (Málaga) para analizar cómo afecta la falta de lluvias en esta zona. Según el responsable del grupo de investigación 'Estructura y función en ecosistemas mediterráneos' de la Universidad Pablo de Olavide (UPO), José Antonio Merino, los pinsapos no resisten la escasez de precipitaciones propias de las zonas con una altitud menor a 1.200 metros.

en este sentido, explicó que con estas condiciones "llegan a debilitarse hasta el punto de que hongos que han convivido con ellos millones de años les producen ahora enfermedades y provocan su muerte, para luego extenderse en forma de plaga hasta los ejemplares localizados a mayores alturas".

Los pinsapares son propios de bosques templados propios del norte de Europa. En la actualidad, Andalucía cuenta con tres manchas de pinsapos localizadas en las Sierras de las Nieves, Bermeja y Grazalema --ubicada entre Cádiz y Málaga--. En estos pinsapares, ecosistemas particularmente vulnerables y sensibles al cambio global actual, se han detectado síntomas tempranos de degradación en algunos de sus ejemplares.