El Archivo Municipal de Málaga expone un manuscrito relacionado con la nobleza española en el siglo XVIII

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AYUNTAMIENTO DE MÁLAGA
Actualizado: jueves, 18 octubre 2018 13:36

MÁLAGA, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Archivo Municipal, continuando con su ciclo de microexposiciones, ha seleccionado un nuevo ejemplar, correspondiente al siglo XVIII, cuyo contenido está relacionado con la situación de la clase social más privilegiada de la época: la nobleza de sangre.

Se trata de un manuscrito, fechado el 9 de abril de 1794 en Granada, a través del cual se materializa el reconocimiento de la condición de hijadalgo de un vecino de Málaga: Juan Manuel Sáenz de la Cámara Tejada. Este reconocimiento suponía hacer uso de todos los derechos inherentes a su clase social, así como de las exenciones, tanto de cargas concejiles, como de prestaciones personales que fueran impropias de su estado.

La Real Provisión seleccionada es el documento público, y solemne, que el rey Carlos IV y, en su nombre, la Real Chancillería, de Granada emitió para que Sáenz de la Cámara fuera reconocido como Hijosdalgo, por el Concejo de Málaga. Además del valor, y efecto jurídico, de este documento real los tipos de letras con decoración floral y otros adornos utilizados confieren al documento una belleza gráfica que le aporta un valor añadido al propio interés del contenido del documento.

La nobleza de sangre, experimentó un ligero cambio con la llegada de los Borbones al trono español. La puesta en marcha de una serie de reformas llevadas a cabo por los ilustrados transformó el concepto, y estructura, de este estamento que ostentaba una posición reconocida en la sociedad hispana. La monarquía pretendía la completa subordinación de la nobleza incrementado el control sobre el acceso a dicho estatus social.

Al iniciarse el siglo XVIII existía un clima muy propicio para plantear ciertas reformas en un estamento que apenas acarreaba ingresos a la corona y que estaba algo desvalorizado por su magnitud.

Desde el punto de vista territorial la nobleza estaba desproporcionalmente repartida. El norte de España aglutinaba la mayor parte de este sector social. Así por ejemplo, Burgos o León tenían más población perteneciente a este estamento que la que se contabilizaba como pueblo llano. Por el contrario, en otras zonas peninsulares, incluida Andalucía, estaban bastante ausentes.

El tener identificados a los integrantes de los diferentes grupos sociales era tarea de los concejos que debían conocer el estatus social de cada uno de sus vecinos. Esta separación era crucial, por ejemplo para el recaudo de los impuestos, Pero no siempre fue fácil ejercer este control. Muchas ciudades no tenían esa estratificación definida y no contaban con la separación en sus padrones, como era el caso de Málaga.

La argucia de la que se valieron muchos plebeyos adinerados para trepar a un escalafón social, que no les correspondía, fue una de las causas por las que se obligaba a los ayuntamientos a dar cuenta al fiscal de la Chancillería para que la Audiencia dirimiera, si procedía o no, el reconocimiento como hijosdalgo.

Este documento estará expuesto, en la Sala de Lectura del Archivo Municipal, hasta el 17 de noviembre, en el siguiente horario: Lunes y viernes de 09.30 a 14.30 horas. Martes, miércoles y jueves de 09.30 a 19.30 horas.