Entre los arrestados, se encuentran dos individuos que regentaban sendos prostíbulos en Estepona y Marbella
MÁLAGA, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
Siete individuos han sido detenidos por la Policía Nacional acusados de explotación sexual de mujeres, a las que obligaban a trabajar en turnos de 24 horas durante ciclos de 21 días, así como de tráfico de drogas. Entre los arrestados, se encuentran dos personas que regentaban sendos prostíbulos en Estepona y en el núcleo marbellí de San Pedro Alcántara, en Málaga.
Las indagaciones policiales se iniciaron hace aproximadamente un mes, al tener conocimiento de que en dos establecimientos, situados en Estepona y en San Pedro Alcántara, dedicados a ofrecer servicios de carácter sexual, habría mujeres extranjeras en situación irregular en España que podrían ser víctimas de explotación sexual y que, además, en ambos lugares se podría estar suministrando sustancias estupefacientes a los clientes para su consumo.
A fin de esclarecer los hechos, se estableció un dispositivo de vigilancia en torno a uno de los establecimientos, el situado en San Pedro Alcántara, fruto del cual fue detenida una pareja con 14 papelinas de cocaína, varias dosis de hachís y dinero en efectivo, según han informado en un comunicado desde el Cuerpo Nacional de Policía.
Asimismo, se solicitó a la autoridad judicial dos mandamientos de entrada y registro para ambos establecimientos, que dieron como resultado la intervención de distinta documentación relacionada con los delitos investigados, papelinas de cocaína, cuatro teléfonos móviles, ordenadores y dinero en efectivo, además de los arrestos de cinco personas, tres en Estepona y dos en San Pedro Alcántara.
LAS DORMÍAN ENCIMA DE LA CAMA
De las pesquisas se dedujo que las víctimas --de nacionalidad brasileña, chilena, nicaragüense, paraguaya y española-- habrían contactado con la madame respondiendo a anuncios publicitarios o mediante llamada de teléfono y que, tras pasar una pequeña entrevista personal, comenzaban a ejercer la prostitución sin ningún tipo de contrato laboral ni seguro, en turnos de 24 horas durante ciclos de 21 días, en los que las llegaban a dormir vestidas encima de la cama con el fin de que estuvieran disponibles el máximo tiempo posible.
En ambos prostíbulos había dos mujeres que realizaban las funciones de encargadas, en turnos de día y de noche, y entre sus tareas estaban, además de la de controlar a las chicas, recibir a los clientes; servirles alguna copa; llamar a las mujeres para que se exhibieran ante ellos hasta que elegían la de su gusto, momento en que realizaban el pago y subían a la habitación; supervisar entonces que no se excedieran del tiempo convenido, y llevar la contabilidad de los servicios realizados y las bebidas servidas.
Las chicas, que cobraban por su actividad semanalmente, obtenían la mitad del total del dinero que generaban y del que la madame se quedaba con la otra parte. En ocasiones, se hacía efectivo mediante papelinas de droga.
