Foto: EUROPA PRESS/ISOFOTÓN
MÁLAGA, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -
La titular del Juzgado Mercantil número 2 de Málaga ha acordado la extinción efectiva desde hoy de los contratos de los trabajadores de la empresa Isofotón.
Lo hace en los mismos términos expresados en el acuerdo firmado entre los representantes de los empleados, los abogados de la firma y los administradores concursales el pasado 23 de diciembre.
En dicho acuerdo se contemplaba el despido de los 297 empleados que quedan en la fábrica por causas económicas y con la indemnización mínima que marca la ley. Así, serían 277 desde este 14 de enero y los 20 restantes de forma gradual a lo largo de las próximas semanas. Esos 20 trabajadores se encargarían de realizar tareas de contabilidad, mantenimiento e inventariado necesarias para ejecutar el cierre definitivo; así como uno para vigilar que el proceso se lleva a cabo según lo acordado.
El auto del juzgado, al que ha tenido acceso Europa Press, se remite también a ese acuerdo, en el que se establece que los afectados recibirán la indemnización pactada de 20 días de salario por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades, según la antigüedad y el salario de cada uno.
La indemnización fijada es hasta el 14 de enero de 2014; que es la de la extinción efectiva. La resolución judicial producirá "las mismas consecuencias que la resolución administrativa de la autoridad laboral, recaída en un Expediente de Regulación de Empleo, a efectos del acceso de los trabajadores a la situación legal de desempleo".
La mayoría de los empleados ya lleva varias semanas sin acudir a la fábrica, puesto que la empresa, cuando se acordó el ERE, les concedió permiso retribuido para buscar trabajo.
Isofotón nació hace más de 30 años y ha llegado a estar presente en más de 60 países, sin embargo, tras los ejercicios de crecimiento llegó la crisis económica y la competencia china en este mercado, según han afirmado en varias ocasiones los dirigentes de la firma. Esto provocó la presentación de un ERE temporal en 2009 para toda la plantilla y, posteriormente, otros expedientes de regulación de empleo así como el concurso de acreedores y un cierre cada vez más cercano.
