MÁLAGA, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de lo Penal número 9 de Málaga tiene previsto juzgar este jueves al conductor del todoterreno acusado por el accidente de un autobús, ocurrido en 2008 en la autovía entre los municipios malagueños de Torremolinos y Benalmádena, en el que murieron nueve personas de nacionalidad finlandesa. En la vista oral, está previsto que declaren agentes de la Guardia Civil, cinco testigos y nueve forenses.
La Fiscalía de Málaga pide para el acusado cuatro años de prisión y privación del derecho de conducir vehículos a motor durante seis años y lo acusa por un delito de conducción bajo efectos de bebidas alcohólicas y otro de conducción temeraria; de nueve delitos de homicidio por imprudencia grave y 26 de lesiones por imprudencia grave. El siniestro ocurrió a las 19.30 horas del día 19 de abril de dicho año en la A-7 en sentido Málaga.
Según el escrito inicial de la acusación pública, el joven, que dio positivo en las pruebas de alcoholemia, circulaba a la altura del kilómetro 224,5 por el carril izquierdo de los tres que existen, a una velocidad "inadecuada" a las condiciones de la vía, "no inferior a 152 kilómetros por hora" en una zona en la que el máximo era de 120. Además, la carretera estaba mojada por la lluvia y el acusado supuestamente "perdió el control del vehículo".
Así, según se indica en las conclusiones provisionales del fiscal, el coche, de tipo todoterreno, chocó con las vallas de protección metálicas y salió rebotado hacia el otro lado, colisionando el frontal de su vehículo contra la parte lateral del autobús, ocupado por 50 personas, que a causa del impacto, derrapó y volcó, chocando con la defensa de separación que se introdujo por el techo del autobús.
El siniestro provocó la muerte de nueve personas y otras 26 resultaron lesionadas, entre ellas el conductor del autobús y el acompañante del acusado. Toda la responsabilidad civil ha sido ya pagada por la aseguradora, por lo que las personas que resultaron heridas han sido indemnizadas, incluso el conductor del autobús, que tiene declarada la incapacidad total, quien solicita la misma pena para el acusado, aunque añade un delito de daños.
En el caso de la defensa, considera que se trata de un delito contra la seguridad vial, por el que pide para su cliente seis meses de cárcel y retirada del carné de conducir durante un año y seis meses. El escrito presentado por esta parte, al que tuvo acceso Europa Press, señala que había consumido en una fiesta familiar "alguna bebida alcohólica", pero "sin que conste que incidiera en la conducción" en cuanto a mermar sus facultades.
Se añade que las consecuencias sufridas por las personas fallecidas y por las lesionadas "no son en modo alguno cuestionadas", pero "sí el aspecto interno de la norma de cuidado que señalan las acusaciones en cuanto al deber de advertir la presencia del concreto peligro". Se alude a una velocidad superior y a que la carretera "estaba mojada, lo que era inadecuado para las condiciones que presentaba la vía, lo que condujo a que perdiera el control del vehículo que conducía, cuando colisionó con las vallas de protección metálicas".
