Obispado de Málaga dice que el convento del Císter se utiliza para actividades diocesanas

MÁLAGA 12 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Obispado de Málaga ha asegurado este martes que "nunca ha puesto en venta" el convento del Císter "ni tiene intención de hacerlo" y ha incidido en que "siempre" ha velado por cumplir el deseo que fundamentó la donación, apuntando, además, que el convento es utilizado para actividades diocesanas y el templo está abierto al culto.

Antonio de Campos Osorio, descendiente directo del marqués de Iznate, ha vuelto a reclamar la propiedad de la Abadía del Císter, en concreto, del convento, ubicado en pleno centro histórico de la capital de la Costa del Sol, y ha exigido una solución al Obispado.

Así, el Obispado ha recordado, a través de un comunicado, que en 1878, Antonio Campos Garín, primer marqués de Iznate, donó al obispo de Málaga los terrenos donde se asienta el convento del Císter para construir en ellos un templo y monasterio para uso y habitación de la comunidad de religiosas del Císter.

Al respecto, el Obispado insiste en que en los documentos de cesión "se recoge que en caso de cierre de la comunidad, queda en manos del obispo de la Diócesis darle a estos terrenos y lo que en ellos se construya el destino piadoso que tenga por bien designar".

En este sentido, el Obispado ha recordado que en el año 2009, la falta de vocaciones obligó a las religiosas a abandonar el convento, y en relación con los deseos del donante, en la actualidad, "el templo se encuentra abierto al culto, regentado por la Cofradía del Santo Sepulcro".

Sobre el resto de convento, añade que "es utilizado para actividades diocesanas, estando en proceso de elaboración un proyecto para su completa utilización, que será puesto en marcha el próximo mes de septiembre".

Por otro lado, el Obispado ha precisado que "Antonio Campos Osorio, anterior Marqués de Iznate, lleva varias décadas acogido en una vivienda propiedad de la Diócesis, sin pagar por ello renta alguna, debido a su insostenible situación".

Así, añade que "hace unos meses, el Ayuntamiento del municipio malagueño de Iznate advirtió al Obispado de Málaga de la necesidad de restauración de este edificio, muy deteriorado, siendo preciso el desalojo de la vivienda mientras se procedía a su rehabilitación". En tanto se rehabilitaba, ha señalado el Obispado, Antonio Campos Osorio "trasladó su residencia a otro lugar que, en la actualidad, al parecer, ha tenido que abandonar por motivos que se desconocen".

Por último, el Obispado precisa que "sensible al drama que la falta de una vivienda digna significa para cualquier persona, ha puesto a su disposición los recursos de que dispone, y con los que a diario trata de ayudar a los que lo necesitan".