La industria farmacéutica europea dice que la fractura del mercado supone 4.500 millones de pérdidas y comercio paralelo

Actualizado: jueves, 8 marzo 2007 18:49

SEVILLA, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -

El director de la Federación Europea de Asociaciones e Industrias Farmacéuticas (Efpia), Brian Ager, advirtió hoy de que la "fragmentación" del mercado europeo del medicamento como consecuencia de una "inexistente política homogénea" en el entorno de los países de la UE supone "un serio daño económico" en el sector, que cuantificó en "unos 4.500 millones de euros anuales" y que atribuyó, en parte, al 'comercio paralelo', que precisamente se nutre también de esta disparidad de criterios.

En rueda de prensa en Sevilla, Ager alertó de que esta situación genera, igualmente, una desaceleración en cuanto a las inversiones que la industria del ramo destina en I+D, por lo que abogó por desarrollar, en sintonía con las administraciones estatales europeas, cuatro grandes ejes de acción, que calificó de "claves" para que Europa "vuelva a tomar las riendas" en este ámbito.

En este sentido, el representante de las industrias farmacéuticas europeas, quien dijo que desde 1998 EE.UU produce "más fármacos innovadores que Europa", situación que puede agravarse "con el empuje actual de países como India o China", enumeró como ejes de la vuelta del éxito europeo una legislación "sólida y fiable" en el campo de la I+D, unos derechos de propiedad "sólidos", una buena base de investigación básica y primar las políticas que incentivan los productos innovadores una vez desarrollados por la industria.

Precisamente en este último punto --de los tres primeros dijo que la situación en Europa es buena y ha mejorado en los últimos años-- Ager alertó de que la perspectiva futura "no es tan positiva", tras argumentar que Europa "tenemos un mercado fragmentado" en el que existe "muchos escenarios distintos que toman sus propias decisiones, como consecuencia de no existir una política homogénea en los países de la UE".

Además, subrayó que esa tendencia a la fragmentación que existen entre los distintos países, "y que no sabemos hacia donde nos llevará", se registra no sólo entre Estados "sino a nivel regional dentro de un mismo país".

COMERCIO PARALELO

Junto a esta fragmentación, alertó del fenómeno del 'comercio paralelo' en el que los distribuidores "sencillamente están comprando los fármacos en países donde los precios son más baratos para distribuirlos a terceros" donde el precio es más elevado, consecuencia de esta disparidad de criterios.

"Esto es una situación muy normal en cualquier otro mercado económico como el de la telefonía, pero en un mercado --el de la industria farmacéutica-- donde existe un control por parte de los Gobiernos sobre los precios de los medicamentos, la verdad es que no es normal que se de este tipo de comercio gris".

Además de ese impacto económico negativo que cuantificó en unos 4.500 millones de euros, afirmó que el 'comercio paralelo' acarrea también riesgos para la salud, ya que puede contribuir a que se entreguen medicamentos "con etiquetas erróneas o dosis equivocadas". "Cuanto más desarrollado y grande sea el mercado gris más oportunidades hay para que se produzcan falsificaciones", enfatizó.

DESABASTECIMIENTO POR COMERCIO PARALELO

De hecho, aseguró que existen "muchos ejemplos recientes" de pacientes "que en un país determinado se han quedado sin la posibilidad de tomar un fármaco porque las distribuidoras que operan en el mercado paralelo han comprado todos los fármacos y se lo han vendido a un tercer país".

De igual forma, lamentó que los Estados "están constantemente poniendo controles y restricciones" al tipo y precio de los fármacos, "por lo que dependiendo del país en el que se viva el paciente tendrá un mayor o menor acceso a los nuevos fármacos que aparecen en el mercado".

Por ello, abogó por fomentar "una mejor prestación sanitaria", reforzar la base científica en el seno de la UE, "animar a los políticos a desarrollar un mercado mucho más estable", así como 2que reconozcan e incentiven la innovación y el valor que ello tiene para los pacientes".

MODELO ESPAÑOL DEL PATENTES

Por su parte, el director general de Farmaindustria, Humberto Arnés, centró su atención en el diferencial de tiempo que existe entre la patente de un producto español --de 10 años-- con la protección que para esa marca otorga el resto de países de la UE y que se eleva a 20 años.

En este sentido, Arnés recordó que tras la incorporación en 1986 de España a la UE, y como consecuencia de la necesidad de cambiar la legislación española en materia de patentes a la comunitaria, las autoridades españolas acordaron un período transitorio para introducir la patente de producto en España, de tal forma que hasta 1992 no se admitían las patentes de producto.

Eso supuso, según dijo, que desde esa fecha "tenemos hasta el año 2012 tenemos un diferencia de protección con la UE", en referencia a que las patentes en Europa disponen de un período de protección de 20 años, a diferencia de España que es de sólo 10 años.

Así, y a modo de ejemplo, expuso que productos que en el resto de la UE podían patentarse en el año 1990 no podían patentarse en España. "Esto quiere decirse que productos que nacieron en Europa en ese año tienen aún protección en Europa hasta el 2010, mientras que en España no", aclaró.

La consecuencia de ese diferencial, advirtió, "es que en España los --fármacos-- genéricos entran con antelación al resto de países europeos, acarreando a la industria esa entrada temprana de genéricos en España unos efectos --económicos-- muy negativas".

A la par de dicho diferencial, añadió "otra consecuencia derivada del sistema de precios de referencia". Así, dijo que que cuando entra un genético se conforma el sistema de precios de referencia de tal forma que "obligatoriamente hay que bajar el precio de nuestro fármaco al valor del genérico".

"Por tanto dos consecuencias económicas: la pérdida del mercado que provoca la entrada temprana del genérico y una bajada también de precios anticipada frente a la práctica normal que se produce en el resto de países de la UE", sentenció.

Por todo ello, dijo que desde Farmaindustria "entendemos que en pleno 2007, estos es 21 años después de la incorporación de España a la UE, carece de sentido que mantengamos este diferencial de protección con la UE".

"Esto mismo lo ha transmitido la Efpia al propio Gobierno español en diversas cartas y pidiendo una adecuación de la propiedad industrial española a la que impera en el resto de Europa", prosiguió Arnés, quien concluyó que el diferencial de precios "incrementa también ese comercio paralelo".