La renta media de los andaluces disminuye un 2,6% entre 2006 y 2012, periodo en que el nivel de bienestar cae un 6,8%

Actualizado: sábado, 6 diciembre 2014 22:57

De este estudio se desprende también que en 2012 aproximadamente uno de cada ocho andaluces tenía renta mensual por debajo de 400 euros

SEVILLA, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -

La renta media por individuo de los andaluces disminuyó, en términos reales, un 2,6 por ciento durante el periodo comprendido entre 2006 y 2012, momento en el que el nivel de bienestar económico en Andalucía cayó un 6,8 por ciento. Estos y otros datos se desprenden del último número de la colección Actualidad del Centro de Estudios Andaluces, 'Bienestar, desigualdad y pobreza en Andalucía: un estudio comparativo con el resto de España a partir de las encuestas de condiciones de vida 2006 y 2012'.

Coordinado por el profesor del Departamento de Estadística e Investigación Operativa de la Universidad de Cádiz Miguel Ángel Sordo Díaz, estudia, según una nota de prensa, la evolución del bienestar económico de la población andaluza a partir de los datos referidos a ingresos o rentas de los hogares obtenidos a partir de la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Así, el período de estudio comienza con las encuestas de 2006 y finaliza con las encuestas de 2012, última disponible en el momento de realización del estudio. Se sitúa, por tanto, antes del estallido de la actual crisis económica para estudiar su impacto y evolución en los hogares andaluces. En concreto, este nuevo informe analiza las rentas de las que disponen y cómo estas se distribuyen entre la población, atendiendo a aspectos relativos a la desigualdad y a la pobreza, y realiza un estudio comparativo con el resto de comunidades autónomas y con España en su conjunto.

En cuanto a desigualdad, apunta que la renta media por individuo de los andaluces disminuyó, en términos reales, un 2,6 por ciento durante el periodo de estudio. Sin embargo, no todos los estratos sociales sufrieron por igual el impacto de esta caída de rentas. Así, mientras que para el 10 por ciento de los andaluces con ingresos más altos la renta media aumentó, en términos reales, casi un 6,2 por ciento, para el 10 por ciento de los andaluces con menores ingresos la renta media disminuyó un 31 por ciento.

La polarización de rentas y el consecuente aumento de la desigualdad no es exclusivo de la economía andaluza y también se manifiesta en el conjunto de España: así, mientras que para el 10 por ciento de españoles con mayores ingresos la renta media se redujo un uno por ciento, para el 10 por ciento con menores ingresos la renta media cayó un 41,7 por ciento.

Además, la desigualdad durante dicho periodo (en términos del índice de Gini) sólo disminuyó en Castilla-León (muy ligeramente) y en la Comunidad Foral de Navarra. En el resto de comunidades hubo un aumento de la desigualdad.

Para el coordinador de este estudio, la elevada desigualdad en la distribución de rentas es un problema estructural de la economía española. Desde que la oficina europea de estadística Eurostat comenzara a realizar en 2003 las encuestas EU-SILC (European Union Statistics on Income and Living Conditions), el índice de Gini ha sido muy superior en España al de la media de la Unión Europea. En este sentido, las encuestas oficiales europeas de 2012 sitúan a España a la cabeza de la desigualdad de la Unión Europea, sólo por debajo de Letonia.

A nivel de comunidades, y con datos extraídos de la ECV 2012, el mayor nivel de desigualdad económica en España se alcanza en la Ciudad Autónoma de Ceuta, con un índice de Gini de 41,8. La siguen Castilla-La Mancha (39,5) y la Ciudad Autónoma de Melilla (36,9). En el lado opuesto (menor nivel de desigualdad) se encuentra, con diferencia, la Comunidad Foral de Navarra (con un índice de Gini de 28,1), seguida en orden creciente de desigualdad por el País Vasco (31,4) y Galicia (31,9).

BIENESTAR ECONÓMICO

En lo relativo al bienestar económico, el índice empleado para analizar el nivel de bienestar en este trabajo es el propuesto por la Premio Nobel de Economía Amartya Sen, basado en un promedio de rentas en el que se penaliza la desigualdad existente. Este índice tiene en cuenta la dimensión económica del bienestar, pero no otros aspectos ligados a la calidad de vida de los individuos.

Según este índice, durante el periodo de estudio, el nivel de bienestar en Andalucía cayó un 6,8 por ciento. Esta caída es inferior a la experimentada por el conjunto de España, que fue del 9,3 por ciento y puede considerarse moderada en relación con la experimentada por otras comunidades autónomas.

A nivel nacional, las comunidades cuyos niveles de bienestar experimentaron mayores caídas fueron Castilla-La Mancha (con una caída del 24,4%), Islas Baleares (22,4%), Canarias (17,5%), la Región de Murcia (14,8%) y Cataluña (13%). A excepción de Castilla-La Mancha, las mayores caídas corresponden a la franja mediterránea o territorios insulares, zonas especialmente afectadas por la caída de la actividad tras la crisis iniciada en 2008.

Al comparar los niveles de bienestar de las distintas comunidades autónomas en términos absolutos, la ECV de 2006 describe una situación en la que Andalucía sólo exhibe un nivel de bienestar superior a Ceuta y Extremadura, mientras que la ECV de 2012 describe un escenario diferente, en el que Andalucía presenta un nivel de bienestar superior a los de Castilla-La Mancha, Canarias, Ceuta, Extremadura y la Región de Murcia.

Según los datos de la ECV de 2012, el ranking de comunidades en términos del índice de bienestar está encabezado por la comunidad foral de Navarra, seguida del País Vasco, la Comunidad de Madrid y Cataluña. Esta clasificación evidencia que existen diferencias significativas en la calidad de vida de los españoles según la comunidad en la que viven: el índice de Navarra, la comunidad mejor situada, prácticamente duplica el de Castilla-La Mancha, la última en el ranking.

La posición que ocupa Andalucía en el ranking de comunidades en términos de bienestar económico es mejor que el que ocupa cuando el ranking se establece en términos de PIB per cápita o de tasas de desempleo.

LA PROPORCIÓN DE POBRES EN ANDALUCÍA "SOLO AUMENTÓ LIGERAMENTE"

Asimismo, partiendo de que un individuo se considera pobre si su renta es inferior al 60 por ciento de la renta mediana y se considera que está en situación de pobreza severa si su nivel de renta es inferior al 40 por ciento de la renta mediana, este informe revela que si bien la proporción de pobres en Andalucía sólo aumentó ligeramente (30,4% en ECV 2006 y 31% en ECV 2012), los pobres se hicieron, en promedio, más pobres y creció la desigualdad entre ellos.

Al final del periodo de estudio, la tasa de pobreza en Andalucía es inferior a las de Melilla (la más elevada, 36,6 %), Ceuta (36,2%), Extremadura (34,1%), Canarias (33,2%) y Castilla-La Mancha (33,1%). A nivel nacional, las tasas de pobreza sólo descienden en Castilla-León, Extremadura, Galicia, Navarra, La Rioja y la ciudad autónoma de Ceuta.

El porcentaje de individuos en situación de pobreza severa también se mantuvo prácticamente constante en torno al 13 por ciento. Esto significa, con datos de la ECV de 2012, que aproximadamente uno de cada ocho andaluces tenía una renta mensual por debajo de 400 euros.

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