OVIEDO, 13 Ene. (EUROPA PRESS) -
La huelga de ALSA en Asturias, convocada por CCOO y de carácter indefinido, continúa por segundo día consecutivo sin que haya perspectivas de acercamiento entre dirección y trabajadores. Según ha explicado a Europa Press el responsable de CCOO del sector de Carretera en Asturias, Manolo García, el seguimiento este martes de la movilización vuelve a ser total y sólo funcionan los servicios mínimos. Lejos de ver una solución al conflicto, García habla de "radicalización" por parte de la compañía por difundir falsas acusaciones contra los trabajadores.
Es más, García se ha referido a una incidencia que se ha producido esta mañana en Oviedo, cuando el sindicato impidió que saliese un autobús. El motivo es que, según la versión de CCOO, ALSA pretendía que saliese con una luna de metracrilato, algo que "incumple flagrantemente las normas de seguridad". Fue un responsable de la empresa el que se empeñaba en que ese autobús, que iba hacia Gijón salía. Los trabajadores no lo permitieron. "Ese coche no podía salir. ¿Es esa la seguridad que dan a los ciudadanos? ¿a qué están jugando?", se ha preguntado García.
El sindicalista también se ha referido a las "mentiras" que ha difundido la compañía en relación a la existencia el lunes de ataques a autobuses de transporte escolar con niños dentro. "Ha tenido que salir incluso el Consorcio de Transporte e Asturias a desmentirlo", ha señalado.
Detrás de toda esta situación, Manolo García ha considerado que lo que hay son unos directivos a los que "les viene grande todo el conflicto". Los trabajadores, aseguran, no piden nada extraordinario. Sólo que se ponga fin a cinco incumplimientos de ocho puntos que permitieron hace unos meses poner fin a otra huelga.
De esta forma, creen que lo que se propone la compañía, lejos de querer negociar, es ganar el pulso a los trabajadores y terminar con el comité de empresa para que en el futuro todos los que prestan servicios en ALSA "pasen por el aro" renunciando a sus derechos laborales.
