SANTANDER, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -
Cantabria ampliará este año el catálogo de actividades empresariales que podrán iniciarse con trámites administrativos más simples, gracias al Real Decreto de 25 de mayo que elimina licencias previas de apertura para los establecimientos comerciales de menos de 300 metros cuadrados y que permite además a las comunidades autónomas extender esta norma a otros negocios así como el umbral de superficie máxima.
La región es partidaria de que ese catálogo sea "lo más amplio posible" y que afecte a un mayor número de actividades, algo que acometerá -a través de decreto o de una ley- de forma "rápida", "lo antes posible" -previsiblemente antes de que finalice el presente ejercicio- porque la situación económica "no permite demoras".
Así lo ha dicho a los periodistas el consejero de Innovación, Industria, Turismo y Comercio del Gobierno autonómico, Eduardo Arasti, tras una reunión con el grupo de trabajo formado para la simplificación de trámites administrativos para la apertura de nuevos negocios y en la que ha participado la directora general de Comercio y Consumo, Ana España, así como miembros de Ceoe-Cepyme, cámaras de comercio de Cantabria y Torrelavega, Fediscom, Coercan, la Federación de Municipios (FMC) y representantes de los ayuntamientos de Santander, Torrelavega, Camargo y Castro Urdiales.
Esta iniciativa, ha subrayado el consejero, no solo permitirá reactivar y dinamizar la economía, sino también el mercado laboral, ya que, como ha destacado, la actividad comercial representa el 8% del PIB regional, mientras que el empleo en el sector alcanza el 17%, al sumar el comercio minorista más de 40.000 puestos .
Así, la eliminación de trabas permitirá abrir antes comercios y otros negocios, lo que repercutirá en la economía y el empleo, ha recalcado Arasti. Ha señalado al respecto que en la actualidad los trámites previos a una apertura pueden suponer una "importante dilación" de entre seis meses y dos años.
En este punto, el titular de Comercio ha indicado que según la OCDE España es el segundo país de Europa donde más trámites se requieren para abrir una empresa, de ahí la necesidad de eliminar trabas que impidan el inicio de actividades empresariales.
"No estamos en una situación de privilegio", ha opinado, para indicar a modo de ejemplo que para un comercio de 50 metros cuadrados el sobrecoste derivado de las demoras de apertura se traducen entre 50.000 y 132.000, dependiendo de la ciudad y zona de ubicación.
