Cantabria entrará en el otoño con buen tiempo y viento sur, aunque la próxima semana llegarán las precipitaciones

Playa De La Magdalena, En Santander
EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 21 septiembre 2012 16:36

Los expertos esperan la llegada de las lluvias para paliar el "déficit de agua" que acusan Cantabria y España


SANTANDER, 21 Sep. (EUROPA PRESS) -

Cantabria entrará en el otoño con buen tiempo y viento sur, aunque la próxima semana, entre el martes y miércoles, días 26 y 27 de septiembre, llegarán las precipitaciones propias de esta estación, una predicción que la delegación de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) de Cantabria espera que se cumpla, ya que ayudará a paliar el "déficit de agua" que acusa la región y España en general.

Esas precipitaciones podrán ser "contundentes", según ha ensalzado el delegado de Aemet Cantabria, José Luis Arteche, que ha asegurado que, en los últimos días, los expertos están recogiendo datos para hacer las predicciones con "cierta incertidumbre", ya que éstos están viéndose condicionados "día a día" debido a la presencia en el Atlántico de restos de una tormenta tropical.

El jefe de la Unidad de Estudios y Desarrollo, Rafael Ancell, ha señalado que, a pesar de esas "perturbaciones" de los modelos numéricos, se espera que el otoño sea, una vez más, una época de "lluvias y viento sur", unas condiciones climáticas que hacen que la región sufra en estos meses una "alternancia desordenada de tiempo lluvioso y seco".

El otoño en Cantabria se caracteriza por ser una estación en la que el tiempo "suave" del verano se prolonga para, después, cambiar "bruscamente" hacia el tiempo frío y ventoso, en el que los frentes y las borrascas se suceden y empiezan a caer las primeras nieves en las montañas más altas.

Aunque, también ha destacado los conocidos "veranillos" que suelen registrarse a lo largo de esta estación, como el de la Inmaculada, fechas en las que "estadísticamente suelen aumentar las temperaturas y descender las precipitaciones". "Ocurre con regularidad, pero no siempre", ha apostillado.

VERANO MUY SECO Y MUY CÁLIDO

Por otro lado, los especialistas de la Aemet han realizado un balance del verano en Cantabria, una estación que, a pesar de haber sido "tardía", ha sido "muy seca y muy cálida", por lo que ha resultado "espléndida", ha manifestado Ancell.

Las temperatura media de los meses de junio, julio y agosto ha alcanzado los 18,5 grados centígrados, lo que le sitúa en el décimo quinto verano más cálido de Cantabria, aunque queda muy lejos del de 2003, con 20,2ºC de media.

Junio y julio han sido más fríos debido a las lluvias, aunque éstas empezaron a desaparecer en la segunda quincena de julio, días en los que las temperaturas comenzaron elevarse por encima de las medias registradas desde 1971 al 2000 --periodo de referencia utilizado por la Aemet para las comparaciones--.

Así, el mes de agosto ha resultado "muy caluroso" en la mayoría de los días, y aunque no se han registrado record, Polientes alcanzó los 41,8ºC el día 10, una máxima que se encuentra entre los valores extremos registrados durante la estación.

El valor máximo de viento se registró en la delegación de la Aemet en Santander, con 92 kilómetros por hora; la temperatura mínima, 3ºC en Otero del Monte; y la precipitación máxima en 24 horas, en Piñeres con 27,1 milímetros.

EL OCTAVO MÁS SECO DESDE 1931

En cuanto a las precipitaciones, el verano ha sido "muy seco", con 111 milímetros recogidos, lo que supone en 57 por ciento de los valores medios habituales y le coloca como el octavo verano más seco desde 1931.

Mientras que en junio las precipitaciones fueron frecuentes, julio registró pocos días de lluvias y de baja intensidad, y en agosto los días en que ha caído agua han sido muy pocos, por lo que la mayoría de los ayuntamiento cántabros apenas han recibido el 40 por ciento de la precipitación normal de este mes, una circunstancia que se ha acumulado sobre el déficit de agua de julio y que ha dejado a la región en "unas condiciones de extrema sequedad" en numerosos valles.

Esta situación se acusa también en el balance del curso del año hidrológico (de octubre de 2011 a agosto de 2012) en el que, a un mes de cerrar sus datos, manifiesta una "leve escasez" de agua en la mitad norte de la región, que es "más acusada" cuanto más al sur.

El valor medio de agua acumulada es de 1.066 milímetros, lo que supone un 89 por ciento del valor normal, ascendiendo el déficit de precipitación a 130 milímetros.