Comienza la construcción de la nueva iglesia de Montaña que atenderá a 5.000 viviendas y concluirá en 2010

El obispo de la Diócesis, Vicente Jiménez, y el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, pusieron hoy la primera piedra de la iglesia de Nueva Montaña que, tras el derribo de la anterior, atenderá a los vecinos de 5.000 viviendas y que estará concluida en 2010.

La nueva iglesia, que "emblemática" y de "vanguardia", según el obispo, tiene un presupuesto de dos millones de euros más las obras complementarias, por lo que el prelado hizo un llamamiento a la colaboración económica de los fieles ante los "cuantiosos gastos" que supone la edificación del templo.

Durante el evento, que contó con la presencia del párroco de Nueva Montaña, Jesús Arce, y del vicario de Asuntos Económicos del Obispado, José Oláiz, así como de numerosos vecinos, el obispo afirmó que la colocación de la primera piedra de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen es "motivo de singular alegría", y agradeció al alcalde la cesión de los terrenos y las facilidades del Ayuntamiento de Santander para la obtención de las licencias.

Jiménez confió en que la parroquia, de 1.100 metros cuadrados y con un plazo de ejecución de 18 meses, sea una realidad "cuanto antes". La iglesia tendrá planta de cruz griega y forma circular, y será "muy funcional". Además, dijo el obispo, será "señera" en el arte religioso moderno de la ciudad.

Por su parte, el alcalde reconoció la labor de los vecinos que lucharon porque el derribo de la vieja iglesia "no acabar ahí" sino con la construcción de un templo nuevo, así como del párroco y del obispo, que "ha cumplido lo que prometió", dijo.

De la Serna también destacó la labor que realiza la Iglesia al margen de lo religioso, una labor social "poco reconocida y agradecida por las administraciones y por la sociedad en general", declaró. En este sentido, agradeció la "inmensa labor" del obispo de Santander y de la Iglesia de Cantabria, una labor "callada y altruista" que "difícilmente se podría acometer desde ninguna administración ni organización social", por lo que la calificó de "insustituible".