SANTANDER, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Servicio Cántabro de Salud (SCS) deberá indemnizar con 60.000 euros a los hermanos de un paciente con un carcinoma al que tuvieron que amputarle una pierna después de un año en lista de espera. Así lo ha acordado la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC).
El SCS tendrá que hacer frente a esta indemnización no por la espera en sí, que la sentencia considera que podría entenderse si hay pacientes por delante con intervenciones preferentes, sino por el hecho de no haberle realizado ningún seguimiento oncológico durante todo ese tiempo, a pesar del diagnóstico del carcinoma y el peligro de metástasis.
Según se explica en la sentencia, fue el propio paciente el que inició la reclamación contra el SCS y, tras su fallecimiento --no enlazado causalmente con lo sucedido--, fueron sus herederos (sus siete hermanos) los que continuaron con el procedimiento que ahora se resuelve a su favor.
El hombre tenía una paraplejia a consecuencia de un accidente de tráfico sufrido en el año 1998 y esto le había originado diversas úlceras. En el año 2003 sufrió dos procesos tumorales distintos, uno de ellos un carcinoma ligado a las úlceras, por el que fue sometido a varias intervenciones quirúrgicas desde 2003 hasta agosto de 2005.
En esta fecha entró en lista de espera para una nueva intervención que se practicó un año después, en agosto de 2006. Para entonces, el paciente tenía un carcinoma con una evolución agresiva que no se sospechó y que, según la inspección médica, es probable que pudiera haberse evitado si se hubiese revisado o intervenido quirúrgicamente con anterioridad.
Para el TSJC "contrasta la constante atención dispensada desde el año 2003 con el lapso de un año" que transcurre después al incluirle en lista de espera "sin que fuera revisado por el servicio de oncología", máxime teniendo en cuenta los antecedentes.
