CAMARGO, 19 Mar. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Industria y Desarrollo Tecnológico, Juan José Sota, presentó hoy, acompañado del alcalde de Camargo, Ángel Duque, y el director general de Transportes y Telecomunicaciones, Marín Sánchez, la integración de la Tarjeta sin Contacto (TSC) en el transporte urbano de Camargo, un acto que tuvo lugar en la parada de autobuses de la confluencia de la avenida de Bilbao y Marques de Villapuente.
Sota destacó que se trata de un "paso más" para potenciar un transporte público "ágil, eficaz y eficiente", que es, dijo, "lo verdaderamente progresista como alternativa al coche particular, con los beneficios que conlleva para el medio ambiente y la seguridad en las carreteras".
El consejero expresó su agradecimiento al Ayuntamiento de Camargo por la "sensibilidad" con la que ha acogido la Tarjeta sin Contacto como instrumento que facilita a los vecinos el uso del transporte público municipal y al mismo tiempo les hace "más cómodo y sencillo" el empleo de otros medios y otras compañías que ya llevan tiempo integradas en la tarjeta, además de las que lo harán próximamente.
Sota recordó que la TSC está operativa desde el 4 de febrero en las Cercanías de Feve entre El Astillero y Santander y a finales de abril en todas las cercanías de FEVE, hasta Liérganes y Cabezón de la Sal.
Por su parte, el alcalde dio la bienvenida a esta nueva tarjeta porque "en Camargo estamos empeñados en dotar al transporte municipal de los métodos más modernos que tengamos", dijo.
El precio del viaje en el transporte urbano de Camargo es de 0,64 euros con la Tarjeta sin Contacto, mientras que el precio del billete comprado en el momento es de 1,10 euros. Los actuales abonos de cartón desaparecen de la venta pero quien los tenga podrá utilizarlos hasta su finalización, sin peligro de que caduquen.
Para poder implantar la Tarjeta sin Contacto del Gobierno de Cantabria en el transporte urbano de Camargo, el Ayuntamiento ha modificado previamente la ordenanza que regula los precios públicos de este servicio y ha unificado las diferentes tarifas existentes para los abonos, de forma que se ha establecido un precio único (64 céntimos), que es el que se aplicaba a los abonos para pensionistas, es decir, el más barato de los existentes el año pasado.
