LEÓN, 24 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórico (ARMH) ha recuperado los primeros restos humanos en la fosa que buscaba en Cospedal de Babia (León), allí donde les llevó la Guardia Civil y les asesinó, según testimonios de algunos vecinos.
Se trata de dos cuerpos, uno enterrado bocabajo y el otro bocarriba, y junto a ellos se ha localizado la carcasa de cobre de un casquillo de fusil Mauser, el arma reglamentaria de la La Guardia Civil por aquel entonces.
Genoceva, la hermana de Luis Vega González, de 90 años, que solicitó la exhumación a la ARMH, ya ha recibido la noticia de que posiblemente hayan aparecido los restos de su hermano Luis, asesinado con 18 años junto a un compañero, también originario de El Bierzo, cuya identidad se desconoce.
Ambos se encontraban trabajando como jornaleros en la siega aunque algunos trestimonio aseguran que tenían intención de cruzar la línea del frente para unirse en Asturias al ejército republicano.
Sin duda, según la ARMH, su ejecución extrajudicial fue de naturaleza política y represiva por parte de los golpsitas de 1936.
Los testimonios del pueblo de Cospedal de Babia recuerdan que en el fondo del Prado, conocido como 'Entreríos', fueron asesinados y enterrados en una fosa común y posteriormente ese lugar de enterramiento fue marcado con unos cabeceros hechos de piedras.
Los testimonios hablan de que los dos hombres estaban en la época de la siega trabajando en la zona de San Emiliano y quizá trataran de acercarse al frente de Asturias a través de Puerto de Ventana. El acta de defunción confeccionada por la familia de Luis Vega González data la fecha de su asesinato del 2 de septiembre de 1936.
La hermana de Luis Genoveva, de casi 90 años, vive y la ARMH ha recogido una muestra de su ADN para cotejarlo con los restos que pudieran aparecer.
Los sobrinos de Luis Vega han estado acompañando al equipo del ARMH durante la primera jornada de trabajo. La ARMH tiene previsto trabajar en la búsqueda hasta el sábado y domingo.
El espacio de búsqueda son unos 300 m2, próximos a un riachuelo, y no se descarta que las crecidas invernales pudieran haber afectado a la fosa común.
