VALLADOLID, 25 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los precios industriales de Castilla y León subieron un 1,1 por ciento en julio en relación al mes anterior, siete décimas menos que en España (1,8 por ciento), y cayeron un 2,2 por ciento en tasa interanual, frente a un -4,8 por ciento en este caso en el resto del país, según ha informado este martes el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Se trata del cuarto menor descenso de los precios industriales del país, tras La Rioja (-1,1 por ciento), Navarra (-1,2 por ciento) y Extremadura (-1,8 por ciento), que lideró Andalucía con un -10,7 por ciento.
Además, Castilla y León es junto a la Comunidad Valenciana la segunda comunidad con menor subida de la tasa anual del IPRI al registrar un aumento de cinco décimas en ambos casos, tras los tres de La Rioja. De hecho, la tasa anual del IPRI aumentó en todas las comunidades excepto en Navarra donde se mantuvo y las mayores subidas se han producido en Murcia, Castilla-La Mancha y Principado de Asturias, con 3,5, 2,3 y 2,0 puntos más respectivamente.
El mayor aumento de los precios industriales en Castilla y León se ha registrado en la partida de energía, con un 5,9 por ciento más, seguida de los bienes de consumo y de los bienes de equipo, que aumentan una décima mientras que los precios de los bienes intermedios cayeron un 0,2 por ciento.
En comparación con julio de 2019 el mayor aumento de los precios industriales se registra en los bienes de consumo y en los bienes de equipo, con un 0,9 por ciento en ambos casos, mientras que caen especialmente en energía (-10,7 por ciento) seguida de los bienes intermedios (-1,5 por ciento).
A nivel nacional, con el recorte interanual de julio, que es más de un punto superior al registrado en junio, los precios industriales encadenan 14 meses consecutivos de tasas negativas. La moderación en el descenso interanual de los precios industriales se ha debido principalmente al aumento en más de tres puntos de la energía, hasta el -13,7 por ciento, por el encarecimiento del refino de petróleo y de la producción, transporte y distribución de energía eléctrica, así como a los bienes intermedios, cuya tasa se incrementó siete décimas, hasta el -2,2 por ciento.
