VALLADOLID, 3 Ene. (EUROPA PRESS) -
El sindicato Comisiones Obreras ha lamentado que la "buena evolución" de las cifras de desempleo de Castilla y León, con una reducción próxima al diez por ciento del número de parados, se vea "empañada" por la "pésima calidad" del empleo generado "marcado por la temporalidad, la parcialidad y los sueldos bajos".
En un comunicado remitido a Europa Press, el sindicato subraya que las cifras absolutas "se podrían considerar positivas", pero "cuando se analizan con detalle se revela la precariedad que esconde el empleo generado en 2018", pues "más del 90 por ciento de los contratos firmados son de carácter temporal y la tasa de parcialidad supera el 33 por ciento".
"Se crea empleo en sectores de bajo valor productivo, con bajos salarios y con altas tasas de temporalidad y parcialidad", ha criticado el sindicato, quien ha urgido a la patronal a cumplir con los compromisos del IV Acuerdo Marco para el Empleo y Negociación Colectiva que permita llegar al año 2020 con un salario mínimo en convenio de 14.000 euros, con subidas anuales que tiene que estar en torno al dos y tres por ciento.
Dentro de las medidas para frenar la precariedad laboral, el sindicato también demanda al Gobierno de España que haga efectivos de "manera inmediata" los preacuerdos alcanzados en el marco del Diálogo Social para penalizar la contratación temporal de corta duración y frenar la parcialidad.
En esta línea, también demanda la inminente aprobación de una renta mínima de inserción para la protección de las personas que carecen de prestación por desempleo, que en el caso de Castilla y León afecta al 54 por ciento de los parados, y que debe ser complementaria con las prestaciones autonómicas, como es el caso de Castilla y León. Asimismo, exige una mejora de la protección al desempleo, la reposición del subsidio de mayores de 52 años.
En el análisis de los datos de diciembre, Comisiones Obreras alerta del "freno" de la contratación y considera que son "muy insuficientes" los 115 desempleados menos registrados en el último mes, coincidiendo con la campaña de Navidad así como la "preocupante y negativa" caída de la afiliación en 814 personas, lo que sitúa a Castilla y León con "el quinto peor registro autonómico".
