La historia de las 'mujeres caballero' de Palencia que Casado ha reivindicado en su mitin

El líder del PP, Pablo Casado, saluda a los asistentes, en un acto de campaña electoral,  a 6 de febrero de 2022, en Palencia, Castilla y León (España).
El líder del PP, Pablo Casado, saluda a los asistentes, en un acto de campaña electoral, a 6 de febrero de 2022, en Palencia, Castilla y León (España). - Carlos Mateo - Europa Press
Publicado: domingo, 6 febrero 2022 14:34

   PALENCIA, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -

   Durante el mitin del PP celebrado este domingo en la capital palentina, el presidente nacional del PP y natural de esta ciudad, Pablo Casado, ha reivindicado la figura de las mujeres palentinas que en el siglo XIV hicieron frente a las huestes del duque de Lancaster en medio del contexto de inestabilidad política de la Corona de Castilla de aquel momento.

   Esta historia a la que ha aludido Casado y que es muy conocida en la ciudad, es responsable de que desde entonces las mujeres palentinas gocen del título de 'caballeros de honor'.

   En el último cuarto del siglo XIV reinaba en Castilla Juan I, quien en 1385 había sido derrotado por otro Juan I, el de Portugal, en la batalla de Aljubarrota, la cual dejó su corona en un estado de vulnerabilidad. Esta situación la aprovechó el duque de Lancaster, Juan de Gante, para invadir la península ibérica y reclamar el trono, ya que era yerno de Pedro I, más conocido como 'el cruel' por sus detractores y 'el justiciero' por sus defensores.

   Pedro I había sido asesinado por orden de su hermanastro, Enrique de Trastámara, quien se convirtió en Enrique II e inauguró una nueva dinastía, a la que pertenecía Juan I, hijo de éste. Sin embargo, Juan de Gante y su esposa Constanza de Castilla rechazaron esta sucesión y reclamaron el trono como legítimos sucesores de Pedro.

   El duque de Lancaster desembarco en Galicia en 1386 y empezó su incursión hacia el corazón de Castilla. En su campaña tomó La Coruña, Santiago y Orense para después ganar una serie de batallas hasta llegar a Palencia.

   Debido a la guerra, los hombres de la ciudad se encontraban mayoritariamente en el frente, por lo que cuando llegaron las tropas de asedio, prácticamente sólo quedaban mujeres para defender la ciudad. Sin embargo, lejos de rendirse a los atacantes, las palentinas plantaron cara y lograron derrotar a las huestes del de Lancaster, que refrenó sus pretensiones dinásticas y acabó renunciando a ellas en el Tratado de Bayona de julio de 1388.

   Para premiar dicha gesta, que a la postre le permitió conservar su corona, Juan I concedió el privilegio perpetuo a las mujeres de Palencia de ser caballeros de honor y portar la banda de oro que las igualaba a los caballeros y que hasta ese entonces sólo ostentaban los hombres.

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