BURGOS, 9 Abr. (EUROPA PRESS) - La Guardia Civil se ha incautado 485 kilogramos de picadura de tabaco y ha confeccionado 152 actas denuncia correspondiente a otros tantos envíos detectados entre particulares desde el verano y llevados a cabo a través de agencias de paquetería.
Según ha explicado el Instituto armado, la mercancía carecía de las debidas precintas oficiales y marcas fiscales, "lo que supone un riesgo para la salud de los consumidores al desconocerse su origen y trazabilidad".
La operación se inició tras detectarse un "creciente" mercado paralelo de venta temática y posterior envío mediante agencias de paquetería de labores de tabaco en formato de picadura. Ante estos indicios, personal del Destacamento Fiscal y Fronteras de la Comandancia de Burgos aumentó los servicios dirigidos preferentemente a inspeccionar establecimientos de distribución de paquetería por la provincia.
Como resultado de estas verificaciones desde el pasado mes de septiembre se han incautado 485 kilogramos de tabaco en formato picadura que se distribuían en paquetes de cerca de un kilogramo cada uno, "perfectamente presentados en bolsas de congelación y envasado al vacío".
La Guardia Civil ha recordado asimismo que al tratarse de un producto estancado su venta y distribución entre particulares está prohibida, al atentar contra la Ley Orgánica 12/1995 sobre reprensión del Contrabando, hechos por los que se ha identificado a los receptores finales y levantado 152 actas denuncia por infracción, que han sido dirigidas a la Agencia Estatal de Administración Tributaria y del Comisionado de Tabaco.
Respecto a los riesgos para la salud, la Guardia Civil ha explicado que la hoja de tabaco tiene un proceso de secado, desvenado y posterior picado para el consumo final y ha advertido de que, al desconocerse su procedencia y debida trazabilidad, se origina un "posible riesgo añadido" para la salud "ya que, en determinadas plantaciones de terceros países se emplean, de manera incontrolada, ciertos pesticidas que pueden resultar nocivos".
"Este modo de comercio paralelo es un fraude, pero, además, se encuentra también al margen de cualquier control por las autoridades sanitarias, lo que puede repercutir seria y negativamente en el consumidor", insisten desde el Instituto armado.
A esto añaden que Fuertes este acto de compraventa sin control vulnera los derechos de un sector que ejerce su actividad legítimamente, "ya que se trata de una acción desde la clandestinidad que ocasiona grandes pérdidas anuales al ramo tabaquero". Para este tipo de infracciones, sin perjuicio de que puedan ser constitutivas de delito, se contemplan sanciones económicas que aplicadas en su grado mínimo suponen 2.000 euros de multa.
