VALLADOLID, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los precios industriales subieron un 8,8 por ciento el pasado mes de mayo en Castilla y León, lo que supone un aumento del, 0,5 por ciento respecto a abril, aunque está por debajo del crecimiento medio de España que fue del 15,3 por ciento, 3,3 puntos más que en abril, según los datos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La tasa anual del IPRI aumentó en todas las comunidades autónomas y los mayores incrementos se producen en Región de Murcia, Cantabria y Andalucía, con subidas de 7,8, 5,6 y 4,5 puntos, respectivamente, mientras que La Rioja y Castilla y León registran las menores subidas, con incrementos de 0,5 puntos en cada una.
El mayor aumento de los precios industriales en Castilla y León en mayo se ha registrado en la partida de energía, con un 37 por ciento más, seguida de los bienes intermedios (7,6 por ciento), mientras que los bienes de consumo han subido un 0,2 por ciento y los de equipo se han mantenido invariables.
En comparación con mayo de 2020, el precio de la energía repunta un 16,4 por ciento, seguidos de los bienes intermedios, con un 6,3 por ciento más, mientras que los de equipo han subido un 0,8 por ciento y los precios de los bienes de consumo un 0,4 por ciento.
EN ESPAÑA
El incremento interanual en España de los precios industriales en el quinto mes del año se ha debido principalmente a la energía, que elevó casi cuatro puntos su tasa interanual, hasta el 37,6 por ciento, la más alta desde diciembre de 1981, por el encarecimiento del refino de petróleo y de la producción de gas y, en menor medida, por el mayor coste de la producción de energía eléctrica.
Asimismo, los bienes intermedios incrementaron más dos puntos su tasa anual en mayo, hasta el 12,8 por ciento, como resultado del mayor coste de la fabricación de productos químicos y de productos básicos de hierro.
También contribuyeron al alza interanual de los precios de la industria los bienes de consumo no duradero, que elevaron casi 1,5 puntos su tasa, hasta el 4,1 por ciento, por el encarecimiento de la fabricación de aceites y grasas vegetales y animales y el menor descenso de los precios del procesado y conservación de carne respecto a igual mes de 2020.
