BURGOS, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Universidad de Burgos puso en marcha una campaña de comunicación para promocionar la figura del Defensor Universitario, que aunque fue nombrado el pasado mes de julio comienza ahora su actividad de forma oficial tras haber inaugurado el pasado viernes la oficina del mismo.
El encargado de asumir las competencias del defensor es el profesor de Historia Javier Peña, que ya ha atendido en estos meses algunas reclamaciones. El mismo explicó hoy ante los medios de comunicación que su función consiste principalmente en hacer velar los derechos y libertades de los miembros de la comunidad universitaria, desde profesores y alumnos hasta el personal de administración y servicios universitarios. Peña matizó que sus competencias se centran principalmente en el "papel de mediador y no de de ejecutor".
En total hay 8.430 alumnos matriculados en la Universidad de Burgos y ante la dificultad de llegar a todos ellos se han creado los delegados y subdelegados de curso que complementaran la figura del defensor. A estos ayudantes, unos 250, se les ha enviados trípticos para que los repartan entres sus compañeros de clase y también se han enviado panfletos personalizados al profesorado y al personal administrativo.
Las cuestiones que se abordan habitualmente están relacionadas con los procesos de evaluación y las convalidaciones que suele ser, según Peña, el tema que más "incertidumbre genera en los alumnos". Otras quejas tienen relación con los criterios de evaluación y las fechas de publicación de notas, "ya que a veces los profesores no los dan a conocer con el tiempo suficiente".
Hasta un 80 por ciento de las reclamaciones procede de los alumnos y de momento no se ha presentado ninguna queja contra de los órganos responsable de la Universidad.
