El Yacente recorre las calles medievales de Zamora protegido de la lluvia por un plástico

Actualizado: viernes, 22 abril 2011 13:43

ZAMORA, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Semana Santa de Zamora llegó esta madrugada su culmen con el desfile procesional de la Penitente Hermandad de Jesús Yacente, que recorrió la zona medieval la capital hasta llegar a la Plaza de Viriato, donde se entonó el canto del Miserere, uno de los momentos más emocionantes de La Pasión zamorana, y al que la lluvia respetó, aunque el Cristo salió cubierto con un plástico protector.

Cientos de cofrades partieron de la iglesia de Santa María La Nueva, ataviados con caperuza y túnica de estameña blanca rematada con puños ribeteados de morado y fajín del mismo color.

La mayoría de los hermanos cubrieron sus pies con sandalias franciscanas, aunque muchos de ellos realizaron el recorrido descalzos en señal de penitencia, ya que se trata de una cofradía penitente, y portaron un largo hachón de madera negra con una cazoleta de metal y una vela de cera roja, con la que intentaban iluminar las rúas por las que transcurre la procesión.

El silencio de la noche tan solo se rompía con el sonido de las esquilas que portaban algunos de los cofrades, mientras que otros llevaban la corona de espinas, los clavos del Señor, labrados en plata y donados por Bautista García Sánchez en 1943, además de las grandes cruces de madera que son seña de esta Hermandad, y que fueron portadas a hombros por los dos mayordomos y un penitente que varía cada año.

Los hermanos desfilaron en filas de tres y acompañaron a la imagen titular y única de esta Hermandad, Cristo Yacente, que es trasladado por ocho cofrades con parihuelas de madera cubierto únicamente con una sábana blanca y cuatro hachones en las esquinas.

Juntos llegaron a la Plaza de Viriato donde les aguardaba el numeroso público que cada año se congrega durante horas para asistir a momento más intenso de todo el desfile, el Canto del Miserere, obra del Padre Alcocer en 1952.

SILENCIO ABSOLUTO

La imagen Jesús Yacente avanzó lentamente entre los hermanos, que se encontraban parados, instante en el que el Coro de la Hermandad entonó el famoso Miserere que fue respetado por el más absoluto de los silencios, y que ya se ha convertido en uno de los mayores atractivos de la Semana Santa zamorana, y tan solo unas gotas de lluvia ensombrecieron el momento.

Una vez finalizado el canto, la Hermandad retomó el viaje de regreso hasta el templo de Santa María La Nueva, donde finaliza la procesión.

Esta cofradía se fundó el 15 de mayo de 1941 tras el descubrimiento de la imagen del Cristo Yacente, olvidada y semioculta en la Iglesia de la Concepción, para convertirse en uno de los principales atractivos de la Semana Santa zamorana.

La imagen titular de esta Hermandad es una obra del primer cuarto del siglo XVII que ha sido atribuida durante años a varios artistas, aunque se cree que pertenece al círculo de los vallisoletanos.

En primero momento se pensó que el autor era Gregorio Fernández, y con posterioridad se pensó que pertenecía a Andrés Solanes, aunque finalmente se opta más por la autoría de Francisco de Fermín.

Actualmente el paso se encuentra durante todo el año en el templo de Santa María la Nueva de Zamora capital.

Desde el primer año de existencia el desfile se convirtió en uno de los principales referentes de la Semana Santa Zamora y supuso una nueva concepción estética del desfile procesional, partiendo de los principios de austeridad y religiosidad.