BARCELONA, 25 Ago. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha reclamado este jueves a la administración una "intervención decidida del Govern, no solo espectacular un día, sino permanente para poder normalizar" el sector de la fruta.
Lo ha dicho en declaraciones a los medios recogidas por Europa Press tras una visita en Lleida a un "asentamiento de trabajadores temporeros que trabajan en negro" del sector de la recogida de la fruta, tal y como lo ha descrito la responsable del sector agroalimentario de la UGT FICA de Catalunya, Alicia Buil, en alusión a las palabras que han utilizado los mismos trabajadores.
Álvarez, Buil y también el secretario general de UGT de Catalunya, Camil Ros, han visitado también una central frutícola con alojamiento, una prestación que no está establecida en el convenio, según ha destacado Buil.
Álvarez ha calificado los dos escenarios como "la cara y la cruz" del sector y ha remarcado que, mientras que una empresa contrata de manera regular y da alojamiento a sus trabajadores con los costes que ello conlleva, otras hacen lo mismo sin cumplir la ley y a un precio más bajo, en sus palabras.
El secretario general de UGT ha abogado por --en sus palabras-- llegar a la situación de que miles de personas venga a trabajar en el sector de la fruta español igual que van a hacer la vendimia en Francia: "Es obvio que hay una cuestión de salarios y también hay una cuestión de condiciones en las que está trabajando la gente".
Por ello, ha instado al Govern y a Inspección de Trabajo a actuar, y ha recordado que, desde UGT, han enviado un informe sobre "muchos hechos delictivos" a la Fiscalía General del Estado porque ha considerado que --literalmente-- si no hay una intervención de la Fiscalía, es muy difícil que nadie los pueda llevar a los tribunales.
También sobre las condiciones laborales de los trabajadores del sector de la fruta, Buil ha criticado la falta de un plan integral para solucionar la situación de estas personas, y ha lamentado que cinco de los siete grupos profesionales del convenio estén por debajo del salario mínimo interprofesional (SMI).
A su juicio, son las mismas patronales las que están desprestigiando este sector al no querer reconocer en el convenio colectivo agropecuario de Catalunya el SMI y querer que este sea "moneda de cambio de otras cosas".
