Misa exequial del obispo emérito Jaume Camprodon en la Catedral de Girona
GOVERN / JORDI BEDMAR PASCUAL
Actualizado: jueves, 29 diciembre 2016 17:38

El obispo Francesc Pardo destaca su "amor y delicadeza por las personas"

GIRONA, 29 Dic. (EUROPA PRESS) -

La Catedral de Girona ha acogido este jueves la misa exequial del obispo emérito Jaume Camprodon, presidida por el obispo de Girona, Francesc Pardo, a la que han asistido más de 300 personas junto al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y el arzobispo de Barcelona, Joan Josep Omella, ha explicado en un comunicado el Obispado.

Pardo ha destacado "el amor y delicadeza por las personas" que se manifestaba en la misión de pastor de Camprodon, que fue obispo de Girona entre 1973 y 2001, y murió la noche del pasado lunes a los 90 años, tras sufrir un ictus la semana anterior.

Han participado en la eucaristía el arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol; el cardenal Lluís Martínez Sistach; el arzobispo de Urgell (Lleida) y copríncipe de Andorra, Joan-Enric Vives; el obispo de Terrassa, Josep Àngel Saiz; el de Vic (Barcelona), Romà Casanova; el de Tortosa (Tarragona), Enric Benavent, y el obispo emérito de Girona Carles Soler.

Entre los asistentes, han destacado personalidades eclesiásticas como el abad de Montserrat (Barcelona), Josep Maria Soler, y el secretario general de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayo.

Del ámbito político han acudido la alcaldesa de Girona, Marta Madrenas; el delegado territorial del Govern en Girona, Eudald Casadesús; el vicepresidente de la Diputación de Girona, Miquel Noguer, y el subdelegado del Gobierno central en Girona, Juan Manuel Sánchez-Bustamante.

"VIVIÓ SENCILLAMENTE"

La misa ha sido "sencilla" por voluntad expresa de Camprodon, que dio su cuerpo a la ciencia, y Pardo ha destacado la participación del obispo emérito en el Concilio Provincial de la Tarraconense y su amor a Catalunya, pero siempre abierto a los recién llegados.

Ha explicado que el obispo emérito "vivió sencillamente", y que dejó el antiguo palacio episcopal en dos ocasiones, además de renunciar a la Creu de Sant Jordi, manifestando que no era ningún menosprecio al galardón ni a los que lo propusieron.

También ha recordado que Camprodon llamó, en una carta, a que los nacidos o arraigados en Catalunya sirvan más y mejor a esta tierra, en todos los ámbitos cotidianos, para que ésta consiga "la personalidad que por derecho de naturaleza le corresponde. El amor a la patria --y el amor se comprueba en el servicio-- no es accesorio al espíritu cristiano".

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