BARCELONA, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Conferencia Episcopal Tarraconense ha expresado este martes su solidaridad con los trabajadores afectados de Nissan en sus factorías de Catalunya, y ha pedido un "esfuerzo por parte de todos para mantener las fábricas allí donde están y buscar nuevas oportunidades para que éstas puedan consolidarse y sostenerse".
En un comunicado, los obispos catalanes ha afirmado que secundan todas las acciones que, respetando los derechos de todos y por medios pacíficos, se lleven a cabo con el fin de buscar soluciones justas, y ha subrayado que la Iglesia defiende una economía al servicio de las personas.
Han asegurado que "a juicio de personas cualificadas, la decisión de esta deslocalización ha sido el resultado de todo un entramado de movimientos económicos, políticos y sociales en el ámbito internacional", y que la pandemia de Covid-19 ha acelerado las decisiones empresariales.
Los obispos han señalado que la repercusión social de esta crisis ha reclamado la atención de organizaciones civiles e instituciones políticas: "Hasta ahora ha resultado del todo insuficiente y los intentos de solución han llegado muy tarde".
Han afirmado que las posibles salidas de la crisis no podrán hacerse sin diálogo, acuerdo y colaboración entre "los tres ámbitos implicados en el fenómeno productivo: el trabajo, el capital y el poder político".
Los obispos han hecho un llamamiento a la "esperanza fundamentada en la capacidad creativa de las personas" y en un cambio de paradigma para que toda la sociedad participe activamente en el desarrollo y la realización de proyectos de futuro que tengan como base una industria más potente y con liderazgo.
Han considerado que "hoy es más necesario que nunca" que la iniciativa privada y la pública vayan de la mano para hacer posible un nuevo resurgimiento económico y social.
