Por M. J. Moreno
Fumar, además de ser perjudicial para la salud, se ha convertido en un lujo que muy pocos pueden permitirse. Todos los meses el mismo propósito: dejar el hábito. Todos los meses la misma pregunta: ¿Por qué no lo consigo? Con un puñado de caramelos sin azúcar en el bolsillo, chicles y agilizando un poco nuestra vida dejar de fumar, sin crearnos un trauma físico, es posible.
La nicotina, a parte de crear una dependencia física y psíquica, es un estimulante del metabolismo, por lo que aún comiendo lo mismo, al suprimir dicho estímulo, resulta mucho más difícil quemar calorías. Lo normal es pues que el estado de ansiedad empuje a comer compulsivamente y a ganar kilos.
Prescindir del tabaco no implica ganar varios kilos, planifica tu alimentación y no tendrás que sufrir los excesos de la ansiedad.
Los fumadores tienen un déficit de vitamina C, por lo que la alimentación se basa en un mayor aporte de esta vitamina, hay que cuidar las calorías y para reducir la ansiedad se ha pautado tomar algo a media tarde para evitar las idas y venidas al frigorífico o al chocolate.
Todas estas pautas de alimentación deberán acompañarse con la práctica de alguna actividad física, ya que la nicotina es un acelerador metabólico, y al suprimirse se vuelve indispensable aumentar el gasto energético.
Pautas antitabaco
Desde la Unidad de Aldelgazamiento y Nutrición de ETHIA, centro médico estético integral en toda España, nos aconsejan:
1.- Tener en cuenta que la comida no debe ser un sustituto de la cigarrillos y se deben respetar las 3-5 comidas al día.
2.- No picar entre horas, ni tomar chucherías.
3.- La ansiedad puede calmarse con chicles sin azúcar.
4.- Aumentar los alimentos con vitamina C, como frutas frescas y verduras.
5.- Las infusiones y sopas calientes ayudan a relajarse y calman la ansiedad causada por la falta de tabaco.
6.- Hacer 5 comidas al día mejor que 3, porque así el estómago se encuentra entretenido sin descanso. Comer 5 veces al día no significa engordar, hay que planificarlas cuidadosamente y desayunar, a media mañana tomar un ligero tentempié, comer un poco más ligero, a media tarde una ligera merienda y una cena rápida.
7.- Si has sido sedentario es bueno calmar la ansiedad con un poco de ejercicio que te ayude a liberar las tensiones. Dependiendo de la edad se puede comenzar por caminar, correr, ir a la piscina o apuntarse a un gimnasio.
Toda ayuda es poca
Demos gracias de que somos muchos en la misma situación y que por lo tanto existen una batería de consejos, libros y expertos que están dispuestos a ayudarnos. Apoya tu nueva vida sin humos en libros como "Es fácil dejar de fumar si sabes cómo" de Allen Carr, y si ya ves que tus manos se lanzan irrefrenablemente hacia la cajetilla de pitillos acude a la Seguridad Social y consulta con tu médico, ya que existe una medicación que puede servirte de gran ayuda en tu empeño.