MADRID 30 Nov. (Alberto Bernabé Sáez/EP) -
Dos años después del 'shock' que produjo ver en un mismo juego a los dos grandes rivales de las consonas en la década de los noventa, Sega vuelve a la carga con la misma fórmula: deporte para jugar en compañía. Esta vez la competición de Mario y Sonic se produce en la nieve con motivo de los JJ.OO. de Invierno que se celebrarán en Vancouver el año próximo. ¿Está este juego exclusivo para Wii (Versión analizada) y Nintendo DS a la altura de estos dos iconos?
Lo Mejor:
- Buen acabado estético en general, que gana peso gracias a los carismáticos personajes.
- Accesible para todos, lo que cuadra especialmente bien para competir con alguien que juega por primera vez.
Lo peor:
- La sencillez a veces se mezcla con simplicidad y pocas opciones -algunos juegos son variaciones de otros-.
- A pesar de su sencillez, en ocasiones el control es poco preciso.
A pesar de la rivalidad de ambas compañías en los inicios de la industria, Sega ha encontrado en Nintendo una gran aliada que comparte gran parte de su filosofía de videojuego. Además, el morbo de ver hasta 20 personajes de ambas compañías juntos en 25 pruebas diferentes ha sido la excusa perfecta para sacar partido de la licencia de los Juegos Olímpicos de Invierno de Vancouver. Todo indica que el resultado es un éxito navideño, especialmente si tenemos en cuenta que se trata de la secuela de un juego que vendió más de 10 millones de unidades entre Wii y DS.
El concepto es conocido para los que hayan jugado a la versión casi homónima de los Juegos Olímpicos que se dieron cita en Pekín: una serie de minijuegos deportivos de desarrollo sencillo, basados en las diferentes pruebas que se dan en este tipo de acontecimientos. En este caso, deportes sobre hielo y nieve. El objetivo es ofrecer una experiencia sencilla -quizá demasiado- y orientada al multijugador para hasta cuatro jugadores simultáneos.
En total, el número de pruebas que encontraremos son 25, aunque en realidad resultan ser la mitad pero con pequeñas diferencias entre ellas. Básicamente nos encontramos ante unos determinados grupos de pruebas y, dentro de estas, diferentes versiones de la misma.
Por ejemplo en el caso del skí; tenemos la clásica carrera pasando por diferentes puntos de control, y el esquí con baches, de dinámica similar pero añadiendo pequeñas diferencias que dan vida al juego. En este caso realizaremos un brusco movimiento para comenzar la prueba y después inclinaremos el Wiimote hacia adelante para ir más rápido, hacia atrás frenamos y dirigimos inclinándolo hacia los lados. Del mismo modo, en ocasiones se pueden realizar saltos en el aire y diferentes posiciones que otorgan un plus de velocidad. Cabe destacar como un acierto la inclusión de diferentes controles opcionales pero no obligatorios como el uso del nunchuck o la Wii Balance Board.
Normalmente este es el tipo de control básico en muchas pruebas, aunque algunas tienen controles completamente diferentes y específicos según el estilo de prueba que elijamos. A saber: variaciones de skí, snowboard, curling -ejecutando acciones en el momento preciso para realizar movimientos- , patinaje o hockey - similar a un partido y con un control propio de un juego deportivo de futbol-m entre otros deportes invernales como el descenso en el trineo.
A todo esto se le suman en ocasiones las pruebas de fantasía, que parten de pruebas reales añadiendo una estética más arcade y un desarrollo adornado con 'power ups', muy en la línea de títulos de la factoría Nintendo como 'Mario Kart'.
LA PALABRA ES SENCILLEZ.
Estamos ante un título que busca ser sencillo en su desarrollo, lo cual es positivo para llegar a todo tipo de públicos y animar veladas en compañía. Lamentablemente, también es demasiado sencillo de un punto de vista negativo: en el número de opciones.
Un modo de partida rápida, tres microjuegos sencillos -que son especialmente cortos y se plantean como pequeño añadido al resto del juego y el principal modo historia son los apartados que ofrece el segundo 'Mario & Sonic'.
El modo historia en solitario resulta algo tedioso, ya que la historia se va narrando con algún diálogo, excesivamente largos tiempos de carga y cientos de felicitaciones que interrumpen el dinamismo. La corta duración del campeonato y una dificultad baja e inamovible redondean un modo principal poco inspirado para jugadores solitarios.
Evidentemente, la experiencia gana muchos enteros si tenemos amigos con los que competir y reír con cada nueva prueba. 'Mario & Sonic en los Juegos Olímpicos de Invierno' deja claro que desde Sega se han dado cuenta que el potencial reside en el modo multijugador y han añadido al núcleo del juego una modalidad en cooperativo, algo que se agradece por si queremos huir de la clásica "partida rápida" en compañía.
A esto, que se consideraría el grueso del juego, sumamos algunos extras como una tienda donde comprar accesorios para los Miis, música, etcétera.
DA COLOR A TU VIDA.
Una estética alegre, personajes carismáticos... en definitiva un acabado más que notable que presagia algo bueno. Cuando decimos que la sencillez es la clave también lo podemos aplicar al apartado visla, aunque esta vez no desde un punto de vista negativo. Los gráficos beben de los universos Sega y Nintendo desde que introducimos el DVD.
Texturas lisas, definidas y, ante todo, muy coloridas dan al juego un toque sencillo pero resultón. Los escenarios ambientados en diferentes zonas que los amantes de los clásicos sabrán reconocer no resultan vacíos, sino muy dados a crear ese ambiente de fiesta que acompaña al juego. El acabado está más que cuidado y eso incluye el diseño del interfaz y el modelado de los personajes.
Sin embargo, no podemos decir lo mismo del apartado sonoro. A pesar de que cuenta con un doblaje al castellano desenfadado y unos efectos sonoros simpáticos, la banda sonora resulta demasiado mediocre y no invita a ser tarareada. Sencillamente correcto y suficiente para convencer a los más pequeños de la casa, principal público objetivo del juego.
CONCLUSIÓN.
La invernal competición de 'Mario & Sonic' está orientada principalmente al juego en grupo y a los pequeños de la casa, que a buen seguro disfrutaran viendo a todos esos personajes ganar medallas en juegos sencillos y entretenidos. Algunas pruebas, como las variaciones del esquí, dejan una sensación de excesiva repetición pero otras como el hockey están realmente elaborados con características que podrían dar lugar casi a un juego independiente. No supone un reto para los jugadores experimentados ni una sorpresa para los que jugaron a la primera parte pero es una interesante propuesta navideña para los que busquen un rato entretenido en compañía. A los jugadores 'hardcore' siempre les quedará ponerse a los mandos de personajes que han marcado la infancia de muchos. Que nunca viene mal algo de nostalgia.
NOTA
Gráficos: Vistosos y coloristas, reflejan a la perfección el espíritu de ambas compañías. Sin alardes técnicos pero cumpliendo con creces su función. 7.
Sonido: Doblado al castellano y adecuado al espíritu del juego pero demasiado simplón y con poca presencia. Acompaña y basta. 6,5.
Diversión: Divertido especialmente el multijugador y con pruebas más elaboradas de lo que nos tiene acostumbrados el saturado género de los minijuegos. 7.
TOTAL: Diversión que dejará satisfechos especialmente a los más pequeños. Un bonito regalo de Navidad para partidas en grupo aunque sabrá a poco a los más experimentados que quieran jugar en compañía. 7.