El agua es sinónimo de vida. El sonido que produce el rumor de la corriente del agua es algo muy agradable y natural ¿Por qué no trasladarlo a tu propio espacio, tu jardín? Desde el principio de los tiempos las civilizaciones más antiguas ya incorporaban a su arquitectura las fuentes y otros sistemas con los que transportar el agua hasta los jardines y las ciudades.
Numerosos parques se sirven de este gran invento para trasladar hasta ellos el apacible fluir de este líquido que destila vida y su sonido recrea una simbiosis perfecta con el entorno natural.
Cascadas de agua
Si tu jardín es de esos que evocan un paisaje rústico no puede faltar el agua.
Los estanques son la forma más fácil de poder gozar de este elemento vital, sin embargo si lo que buscas es que corra el agua en tu parcela prueba a improvisar con cascadas o arroyos, la sensación del movimiento del agua es muy gratificante y además la vegetación proliferará de una manera sorprendente.
Puedes aumentar las especies y plantar aquellas típicas de las zonas húmedas, acostumbradas a estar permanentemente en un entorno mojado como las calas, los papiros de agua, nenúfares etc. Embellecerán increíblemente el terreno y pondrán una nota de distinción al paisaje.
Las cascadas más naturales se consiguen en los terrenos que están en pendiente, pero también es posible hacerse con una en un terreno llano, construyendo algunos montículos para el salto del agua. No se trata de que montes una catarata pero sí un bonito escenario natural que simule un paraje silvestre.
Los juegos de agua pueden ser algo dificultosos de montar, así que la ayuda de un profesional es bastante recomendable. Pero el resultado será un jardín grácil y muy original. Si tienes un terreno con desnivel, no te lo pienses y ¡Atrévete a poner una cascada!
Estanques, otra posible solución
Para gozar del agua en el jardín y sin complicaciones el estanque es otra alternativa, lo puedes conseguir de una manera tan sencilla como es instalar uno prefabricado por lo que sólo tendrás que excavar el agujero y sumergir el vaso.
Decóralo con plantas acuáticas y camufla los bordes con grava y guijarros. Dentro del mismo puedes hundir hasta el fondo cestas con especies de agua y también echar algunas flotantes. Un jardín pantanoso alrededor es una buena idea que deja un efecto muy natural y atraerá a todas las miradas además de una fauna diversa.
Si te decantas por uno natural excava hasta una profundidad de algo más de medio metro y protege el fondo y los bordes con una capa de arena, si le das forma irregular tanto al ancho cono al largo y también a la profundidad, el resultado será mucho más real.
Decora con una bonita fuente
Las fuentes son elementos que ayudan a atraer la atención y a hacer que todas las miradas se centren en ellas convirtiéndose en las protagonistas absolutas del jardín. Por su agradable sonido y por embellecer el entorno, una fuente es una buena propuesta para ornamentar y romper la monotonía en el jardín.
Las fuentes con surtidor oxigenan el agua, existen numerosos modelos de bombas sumergibles para que el agua circule a través de un circuito cerrado.
Con una estructura de piedra y adosadas a la pared pueden ser buenas opciones. Respecto a las formas, encontrarás multitud de modelos en jardinerías y tiendas especializadas, date una vuelta por allí y quédate con la que más te guste.