La extinción de grandes animales puede agravar el cambio climático

Actualizado: viernes, 18 diciembre 2015 19:10

MADRID, 18 Dic. (EUROPA PRESS) -

La extinción de los grandes animales de los bosques tropicales podría hacer que el cambio climático sea peor, según un estudio de investigadores de la Universidad de East Anglia.

La investigación, publicada en 'Science Advances', revela que una disminución en los animales frugívoros, como los grandes primates, tapires y tucanes, podría tener un efecto en cadena para las especies arbóreas.

Esto se debe a que los grandes animales dispersan grandes especies de plantas sin semillas a menudo asociadas con árboles grandes y con gran densidad de madera, que son más eficaces en la captura y el almacenamiento de dióxido de carbono de la atmósfera que los árboles más pequeños. La dispersión de semillas por parte de grandes vertebrados es a través de la ingestión de semillas que pasan intactas a través del tracto digestivo.

La extracción de grandes animales del ecosistema altera el equilibrio natural y conduce a una pérdida de grandes árboles con mucha madera, lo que significa que se puede capturar menos CO2, como explican los autores del trabajo, dirigido por expertos de la Universidad de São Paulo, en Brasil, en colaboración con la Universidad de East Anglia, Reino Unido, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) español y la Universidad de Helsinki, Finlandia.

"Las grandes aves y los grandes mamíferos proporcionan casi todos los servicios de dispersión de semillas de plantas grandes. Varios de estos grandes vertebrados están amenazados por la caza, el comercio ilegal y la pérdida de hábitat. La fuerte caída de esta megafauna en los ecosistemas forestales tropicales por la caza puede provocar grandes impactos imprevistos", alerta uno de los investigadores, el pfoesor Carlos Peres, de la Escuela de Ciencias Ambientales de la Universidad de East Anglia.

"Demostramos que el declive y la extinción de los grandes animales llevará con el tiempo a una disminución de grandes árboles de madera dura. Esto a su vez afecta negativamente a la capacidad de los bosques tropicales para almacenar carbono y, por lo tanto, su potencial para contrarrestar el cambio climático", agrega este miembro del equipo, que estudió los datos de más de 2.000 especies de árboles en el Bosque Atlántico de Brasil y más de 800 especies de animales.

Estos expertos encontraron que los frugívoros que no son el objetivo de los cazadores --como pequeñas aves, murciélagos y marsupiales-- sólo son capaces de dispersar semillas pequeñas, que están vinculadas con árboles de poco tamaño. Por su parte, los grandes árboles con mucha madera, que pueden capturar y almacenar enormes cantidades de carbono, están relacionados con semillas más grandes y estas sólo son dispersadas por animales de gran tamaño.

"Los grandes frugívoros, como los grandes primates, el tapir, los tucanes, entre otros, son los únicos capaces de dispersar eficazmente las plantas que tienen semillas grandes. Normalmente, los árboles que tienen semillas grandes son también árboles de gran tamaño con madera densa que almacenan más carbono", relata el profesor Mauro Galetti, de la Universidad Estatal Paulista, en Brasil.

Carolina Bello, estudiante de doctorado de la Universidad del Estado de São Paulo, añade: "Cuando perdemos grandes frugívoros estamos perdiendo funciones de dispersión y reclutamiento de las semillas de árboles grandes y, por lo tanto, la composición de los bosques tropicales cambia. El resultado es un bosque dominado por árboles menores con maderas más ligeras que almacenan menos carbono".

Pedro Jordano, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), señala: "No sólo estamos enfrentándonos a la pérdida de animales carismáticos, sino que nos enfrentamos a la pérdida de las interacciones que mantienen el buen funcionamiento y servicios clave de los ecosistemas, como el almacenamiento de carbono".

"Las políticas intergubernamentales para reducir las emisiones de carbono de los países tropicales se han centrado principalmente en la deforestación y en menor medida en la degradación de los bosques como consecuencia de la extracción de madera y los incendios forestales. Pero nuestra investigación muestra que un descenso en las grandes poblaciones de vertebrados y la pérdida de interacciones ecológicas claves también plantea un grave riesgo para mantener el almacenamiento de carbono de los bosques tropicales", subraya Peres.

"Esperamos que nuestros hallazgos fomenten que los programas de la ONU sobre la Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de los Bosques (REDD +) consideren dejar las faunas de los bosques intactas y su funcionalidad como una condición previa fundamental para mantener reservas forestales de carbono", añade. "La eficacia de estos programas mejorará si se garantiza la conservación de los procesos ecológicos que sustentan el servicio ambiental de almacenamiento de carbono en el tiempo", concluye Bello.

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