Imponer sanciones a los países podría aplacar el cambio climático

Actualizado: miércoles, 26 agosto 2015 12:24

   MADRID, 26 Ago. (EUROPA PRESS) -

   Sanciones selectivas podrían proporcionar una vía para la cooperación internacional en lo que respecta al cambio climático, según una nueva investigación.

   Realizado en la Universidad de Warwick, en Inglaterra, el trabajo sugiere que en situaciones como el cambio climático, donde todo el mundo estaría mejor si todo el mundo cooperara aunque no sea ventajoso individualmente, el uso de una estrategia llamada "castigo dirigido" podría ayudar a llevar a la sociedad hacia la cooperación global.

   A pesar del nombre, el mecanismo de "castigo dirigido" puede aplicarse a incentivos positivos o negativos. La investigación sostiene que el factor clave es que estos incentivos no se aplican necesariamente a todos los que puedan parecer a merecerlos, sino que, más bien, las reglas se deben diseñar de acuerdo con que sólo un pequeño número de jugadores se considera responsable en cualquier momento.

   "Es bien sabido que alguna forma de castigo, o incentivos positivos, pueden ayudar a mantener la cooperación en situaciones donde casi todo el mundo ya está cooperando, como en un país con muy poca delincuencia. Pero cuando hay sólo unas pocas personas que cooperan y muchas más que no lo hacen, el castigo puede quedar demasiado diluido para tener algún efecto. En este sentido, la comunidad internacional es un poco como un estado fallido", explica el autor del estudio, el doctor Samuel Johnson, del Instituto de Matemáticas de la Universidad de Warwick.

   El documento, publicado en 'Royal Society Open Science', muestra que en situaciones de deserción arraigada (falta de cooperación), existen estrategias de "castigo dirigido" para los aspirantes a castigos que pueden permitir llevar a una comunidad hacia la cooperación global. "La idea --detalla Johnson-- no es castigar a todos los que están desertando, sino idear una norma según la cual sólo un pequeño número de desertores se considera culpable en un momento dado".

   Para el caso del cambio climático, el documento sugiere que los países deben dividirse en grupos y colocar estos grupos en orden; preferentemente, de acuerdo más o menos a sus tendencias naturales a cooperar. Los gobiernos se comprometerían (a reducir las emisiones o dejar los combustibles fósiles en la tierra, por ejemplo) condicionados por la actuación del grupo. De esta manera, cualquier combinación de sanciones e incentivos positivos que otros países podrían estar dispuestos a imponer tendría un efecto mucho mayor.

   "En el modelo matemático -añade el doctor Johnson-- el mecanismo funciona mejor si los jugadores son algo irracionales. Parece razonable suponer que esto podría aplicarse a la comunidad internacional".

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