La NASA se prepara para siete minutos de angustia con la llegada a Marte de la misión 'Phoenix'

Actualizado: viernes, 23 mayo 2008 19:45
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   PASADENA, (OTR/PRESS)

   La ambiciosa misión espacial Phoenix aterrizará el próximo domingo en el polo norte de Marte. La comunidad científica espacial confía en el éxito de esta nave, lanzada el pasado agosto, para analizar el hielo presente en los casqueres polares del planeta rojo y la posibilidad de que en el subsuelo próximo ese agua se mantenga en estado líquido y pueda albergar vida microbiana. En el recuerdo aún persiste el fiasco de la 'Mars Polar Lander', que en 1999 terminó estrellándose contra la superficie marciana por un fallo técnico, por lo que los siete minutos que durará el último tramo se harán a buen seguro eternos.

   Phoenix ha realizado ahora el mismo viaje, 422 millones de millas, pero cuenta con el aval de ocho años de experiencia de la NASA y nuevas tecnologías. Llegará a Marte el domingo, aunque si se cuenta la diferencia horaria de la costa este Estados Unidos con España, en realidad ya será la madrugada del lunes. Su misión durará tres meses y de ella se pretende obtener muestras de la superficie del planeta rojo que permitan estudiar la existencia de agua e incluso alguna forma de vida microbiana. Para ello, contará con un brazo telescópico de 2,35 metros.

   Entrará en la atmósfera de Marte a casi 21.000 kilómetros por hora y, en siete minutos, frenará hasta tocar suelo a unos escasos ocho kilómetros por hora. No obstante, la agencia espacial norteamericana no podrá festejar inmediatamente el éxito completo o el fracaso de sus planes, ya que tan sólo se conocerá algo más de un cuarto de hora después, el tiempo que tardan en atravesar las señales de radio el universo y llegar a la Tierra.

   A los riesgos de la complejidad de los mecanismos de aterrizaje se añaden también la simple presencia de rocas en el polo norte marciano, algunas suficientemente grandes como para destrozar la Phoenix o impedir el despliegue de los paneles solares. Por suerte, las imágenes enviadas por el orbitador Mars Reconnaissance Orbiter de la NASA han ayudado a reducir estos riesgos gracias a la revisión concienzuda del lugar..

EL AVAL DE LA EXPERIENCIA

   En diciembre de 1999, el ambicioso proyecto de la Mars Polar Lander se convirtió en desastre cuando perdió el control a gran altitud y se estrelló sin remedio. Nueve años después, Phoenix rescata de las cenizas las aspiraciones espaciales al respecto y, tras investigar los fallos de la anterior misión, en principio existen más garantías de éxito, explicó el 'número dos' del proyecto actual, David Spencer, en declaraciones recogidas por otr/press. Así, ahora se puede saber que la causa más probable del desastre habría sido unas "sacudidas" imprevistas durante la apertura del 'tren de aterrizaje'.

   Ahora, el Phoenix cuenta con mayores garantías en este aspecto y en otros muchos, como en el sistema eléctrico, lo que ha permitido un "viaje muy seguro y tranquilo" desde la Tierra hasta Marte. "Hemos hecho todo lo que podíamos hacer para asegurar que el sistema es lo más robusto posible, afirmó Spencer, si bien reconoce que "no hay garantías" para un aterrizaje complicado que puede dar al traste con años de tiempo y dinero.