Cultura.- El Instituto de Restauración recupera el lienzo Inmaculada Concepción del Convento de la Santísima Trinidad de Calig

Actualizado: martes, 24 abril 2007 19:13

CASTELLÓN, 24 Abr. (EUROPA PRESS) -

La directora gerente del Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, Carmen Pérez, junto al presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, y el delegado del Consell en Castellón, Joaquín Borrás, presentaron hoy en el Museu de Belles Arts de Castelló la restauración del lienzo atribuido a Vicente López titulado 'Inmaculada Concepción' del Convento de la Santísima Trinidad de Calig, según informaron en un comunicado fuentes de la Generalitat.

El lienzo ha sido intervenido conjuntamente por el Servicio de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Diputación de Castellón y el Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales.

Iconográfica e iconológicamente el cuadro responde a un prototipo inmaculista que Vicente López empleó en repetidas ocasiones: la Virgen de cuerpo entero, sobre cuarto lunar y pisando la infernal serpiente que muerde la manzana, vestida de blanco y manto azul, símbolos de su pureza virginal y su celestial realeza. Ligeramente reclinada sobre cúmulo de nubes, con la mirada baja y las manos cruzadas sobre el pecho en señal de acatar la voluntad del Señor; con la cabeza ligeramente ladeada, aureolada por una corona de doce estrellas y sobrevolada por el Espíritu Santo.

Seguramente fue pintada entre 1792 y 1800 por Vicente López como cuadro de devoción para un oratorio privado dado su pequeño formato (140 x 101 centímetos). En él mantiene el modelo femenino de sus obras de juventud, es decir, una Virgen de ojos grandes y redondos y boca pequeña, tal como la realiza en los primeros años valencianos del artista.

Además, corrobora este dato el "evidente" paralelismo existente entre la cabeza del ángel mancebo que porta el espejo con el rostro del San Juan Bautista del Museo de Bellas Artes de Valencia, obra que realizó el pintor en 1792 como trabajo de pensionado, y que fue presentado a la Academia de San Carlos, el 3 de junio de dicho año, según las mismas fuentes.

ESTADO DE CONSERVACION

El soporte de lino presentaba acumulación de suciedad incrustada en las fibras textiles. Los daños más significativos se encontraban en los bordes debilitados llegando al rasgado y con pérdidas en las esquinas. También mostraba orificios en los bordes producidos por los clavos que la sujetaban al bastidor. El soporte no presentaba deformaciones significativas conservando su planitud original.

La superficie pictórica presentaba pequeñas craqueladuras distribuidas homogéneamente debido a los movimientos de dilatación y contracción de las fibras textiles por los cambios de humedad y temperatura. Estos movimientos han provocado la desconsolidación de los estratos pictóricos y, con ello, numerosas pérdidas de pequeño tamaño en las zonas claras y otras de mayor extensión en las zonas oscuras.

La capa de barniz presentaba un alto grado de oxidación, provocando una lectura errónea de los colores de la obra. Además, la superficie estaba cubierta por suciedad y numerosas deyecciones de insectos. El estudio de la constitución física de esta obra, junto con los datos de las fuentes documentales avalados con los métodos de análisis científicos, proporcionan la información acerca de los materiales y técnicas de ejecución de la pintura, añadieron.

En primer lugar se realizó una protección de la película pictórica con papel japonés y colletta italiana. Al mismo tiempo se consolidaron los estratos aplicando calor moderado y presión. La limpieza del reverso se realizó mecánicamente mediante cepillado y aspiración de la suciedad.

El mal estado de los bordes hizo necesaria la colocación de bandas de tensión y el refuerzo con parches en los rasgados. Estos parches se realizaron con un tejido de lino de trama ancha, al que se le eliminaron tanto hilos de trama como de urdimbre, creando una maya abierta. Ésta se impregnó con un adhesivo termoplástico y una vez evaporado el disolvente. A continuación se adhirió a la obra a una temperatura de 65 grados centígrados para la fusión del adhesivo.

También se realizaron injertos de lino en las esquinas con el mismo adhesivo. El sistema de colocación de las bandas se pensó con el objetivo de evitar la tensión provocada por una dilatación diferente del tejido en la zona de aplicación del adhesivo, con respecto al resto de la obra.

Este sistema consistió en no crear una zona continua de adhesivo estableciendo zonas intermedias en las que las fibras podían dilatar y contraer con normalidad. Para ello, se realizó un vaciado de hilos en la pestaña que iba a ser adherida a la obra. Posteriormente, se realizó el tensado en un nuevo bastidor de cuñas y se retiró la protección del anverso.

Por último, el proceso de limpieza consistió en la eliminación de la suciedad superficial y el barniz oxidado mediante métodos químicos y la eliminación de las deyecciones mecánicamente. Se estucaron las zonas con faltantes y se reintegró mediante puntillismo con técnica al agua. Finalmente, se aplicó un barniz de protección, apuntaron.