CASTELLÓ, 23 Abr. (EUROPA PRESS) - -
Agentes de la Policía Nacional han desmantelado siete plantaciones de marihuana y han detenido en Almassora, Vila-real y Castelló a 21 personas como presuntas autoras de delitos contra la salud pública, blanqueo de capitales y defraudación de fluido eléctrico. Se han realizado doce registros en domicilios de las tres localidades, se han incautado 170 kilos de marihuana; se han intervenido 13 vehículos -de los que 8 eran de gama alta- y 35.000 euros en efectivo; y se han bloqueado 53 cuentas bancarias.
Según ha informado este cuerpo de seguridad en un comunicado, en el mes de abril del pasado año se inició la investigación policial sobre uno de los núcleos de la organización asentado en Almassora, dedicado principalmente al cultivo y tráfico a media escala.
Las primeras tres detenciones, dos hombres y una mujer, se practicaron a mediados de enero de este año en las localidades de Vila-real y Almassora, con sendos registros domiciliarios, uno en un chalet de la localidad de Vila-real, en el que se encontraron 900 plantas de marihuana, 46 kilos de cogollos preparados para la venta, 8 teléfonos móviles y dos vehículos, así como todos los útiles necesarios para el cuidado, recolección, secado y distribución de la droga.
En el segundo registro, esta vez en la localidad de Almassora, se encontraron 342 plantas, 9 kilos de droga preparada para su distribución, 4.200 euros, una pistola de aire comprimido, 5 móviles y 3 vehículos de alta gama, así como el aparataje correspondiente para el cultivo y tratado de la droga.
El pasado 23 de marzo se realizaron 10 diligencias de entrada y registro, 8 de ellas de forma simultánea, y se detuvo a 18 personas en las localidades de Castelló y Almassora, entre ellas a un español de 35 años, como cabecilla de la organización y a su mano derecha de 33 años.
La investigación se ha concluido con un total de 21 detenidos, se han desmantelado 7 plantaciones de marihuana, con 170 kilos de la droga; se han bloqueado 53 cuentas bancarias y se han intervenido 35.000 euros en efectivo, una gran cantidad de documentación, teléfonos móviles, ordenadores, televisores y otros objetos de valor, que, según la investigación, estarían directamente relacionados con la actividad delictiva de los investigados.
