Piden la colaboración de educadores jóvenes para reforzar la catequesis presencial en Valencia

Recomendaciones del Arzobispado para la catequesis

- ARZOBISPADO

VALNCIA 17 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Arzobispado de Valencia lanza un llamamiento a la colaboración de jóvenes educadores de las parroquias o pertenecientes a movimientos juveniles de la diócesis para que ayuden a impartir la catequesis de forma presencial y que "pueda seguir siendo una realidad este curso aun en el contexto actual de pandemia".

Se trata de una necesidad constatada por su delegación de Iniciación Cristiana para ofrecer más días de catequesis, atendiendo al aumento de grupos para reducir el número de participantes y a la realización de sesiones escalonadas a lo largo de la semana.

Otra de las razones es el hecho de que algunos catequistas forman parte de grupos de riesgo, lo que implica la necesidad de incorporar nuevos, explica el delegado de Catequesis, Germán Mora, en un comunicado de la Archidiócesis.

Para ello, "se podría contar con los educadores de los grupos de jóvenes de la comunidad y movimientos como los 'juniors', ofreciéndoles una formación adecuada para ayudarles en la transmisión de la fe", teniendo en cuenta que ya tienen experiencia como educadores.

Para el Arzobispado, es clave retomar el curso y que parroquias, colegios y comunidades vayan adecuando estas orientaciones a su propia realidad, con la intención de que "las normas que llegan desde Sanidad se puedan ir cumpliendo de manera escrupulosa por el bien de los niños y las familias". "La situación es difícil, pero tenemos que confiar en el Señor y tener esperanza".

No obstante, la delegación de Catequesis contempla alternativas y otras iniciativas en el caso de que las circunstancias no permitieran la participación presencial, gracias a las nuevas tecnologías y a los medios telemáticos como "herramienta al servicio del proceso educativo de la fe".

La delegación de Catequesis también difunde un documento con orientaciones para familias, párrocos y catequistas en este contexto de crisis, en el que recuerda "el valor fundamental de la participación presencial en la catequesis" y que "la presencialidad es muy importante para que los niños, jóvenes y las familias se sientan vinculados a la comunidad cristiana, formen parte de la parroquia y participen de la eucaristía dominical".

GRUPOS BURBUJA

Junto a las medidas higiénicas, como el uso obligatorio de mascarillas, gel hidroalcohólico, distancia mínima de seguridad de 1,5 metros y límite de aforos, la delegación diocesana recuerda la conveniencia de que los espacios sean abiertos, amplios y ventilados y que sean higienizados antes y después de las sesiones.

También insiste en la importancia de crear grupos estables o burbuja; es decir, el mismo grupo de niños con el mismo catequista. Para evitar aglomeraciones, "convendría distribuir los grupos y las sesiones a lo largo de la semana".

Cada grupo de catequesis está formado por un máximo de nueve niños para que se pueda aislar al grupo sin necesidad de paralizar la actividad parroquial. Paralelamente, los niños deben usar su propio material (catecismo, cuaderno, bolígrafos) y se evitará compartirlo.

Otra solución es realizar la catequesis en el espacio del templo parroquial, donde el aforo se puede ampliar como en el mundo escolar. Así se pueden reunir varios grupos y acompañar la catequesis con la oración comunitaria.

ALTERNATIVAS A LA NO PRESENCIALIDAD

En caso que no sea posible la participación presencial, el Arzobispado señala que se deberá cuidar la celebración de la eucaristía dominical como ámbito de encuentro, formación y oración.

Antes o después de la celebración, el sacerdote o un catequista puede desarrollar una "breve y sencilla" catequesis que tenga en cuenta el momento del año litúrgico, el evangelio del domingo y alguno de los contenidos principales del itinerario.