Valencia.- Un total de 45 mayores residentes participan en el programa de Terapia Asistida con Animales

Actualizado: jueves, 10 abril 2008 14:43

VALENCIA, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -

Un total de 45 personas mayores residentes y usuarios del la Residencia Velluters y Palacio de Raga de Valencia participan en el programa de Terapia Asistida con Animales de Compañía que desde hace cuatro años se desarrolla en estos centros, gracias a la colaboración entre la Conselleria de Bienestar Social y la Asociación para el Respeto y Convivencia con los Animales Domésticos y Salvajes (Arcadys), según informaron fuentes de la Generalitat en un comunicado.

El director general de Acción Social y Mayores, Joaquín Martínez, explicó que el objetivo de esta iniciativa es "ofrecer compañía y afecto a las personas mayores ingresadas en una residencia, tratando de mejorar uno de los problemas más graves que sufren las personas de edad avanzada: la soledad y el aislamiento".

Dos grupos de usuarios participan en este programa. Por un lado, son residentes con alta dependencia, con los que se pretende una actividad estimulativa a nivel afectivo y cognitivo. El segundo grupo lo integran residentes con distintos niveles de autonomía pero con buena capacidad de respuesta.

Martínez indicó que la Terapia Asistida por Animales "tiene como base la interacción con un animal de compañía. Las personas mayores, no sólo reciben atención por parte del animal, sino que el voluntario y dueño del animal acompaña también al residente estimulando la conversación entre ambos".

Según las mismas fuentes, "la presencia de animales, atenderles, jugar con ellos, recibir sus atenciones, constituyen una forma eficaz de relajación, entrega y fuente de cariño". Los animales de compañía y sus dueños son voluntarios de Arcadys y visitan una vez a la semana estos dos centros.

Los objetivos del proyecto se centran básicamente en estimular física, psíquica y socialmente con actividades terapéuticas a los residentes y al mismo tiempo "paliar el sentimiento de soledad que padecen algunos residentes", explicaron. Además, el programa pretende "disminuir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo y estimular la comunicación al facilitar la interacción con otras personas".

Asimismo, "dar y recibir cariño, mejorando la sociabilidad y aumentar la autoestima y autocuidados y a la vez, estimular la responsabilidad, son otros aspectos destacables que se consiguen con esta iniciativa".

El programa consta de tres fases. La primera, de adaptación, en la que se produce el primer contacto entre el residente, el animal de compañía y el voluntario. Una segunda fase, donde el residente comienza a tratar con el perro, le cepilla, da de comer o acaricia, siempre con la supervisión del voluntario y una última de evaluación y valoración de los cambios que se han producido en el estado de ánimo y en la comunicación de algunos residentes como consecuencia de la aplicación del programa.

Los resultados del seguimiento que se ha hecho a los residentes que han participado en el programa son "muy buenos" ya que el contacto con el animal y la interacción con éste "provee beneficios terapéuticos, desde alargar la expectativa de vida hasta la reducción del estrés y la presión sanguínea, además se ha detectado una mejoría en los residentes con estados depresivos".