TALAVERA DE LA REINA (TOLEDO), 16 Sep. (EUROPA PRESS) -
El ciclista francés Anthony Roux (Francaise des Jeux) se mostró feliz por su triunfo en la decimoséptima etapa de la Vuelta a España, donde la clave estuvo en que supo mantener "la calma" pese a la llegada del pelotón.
"Realmente no he pensado mucho en la posibilidad de que nos cogiesen. Estaba muy concentrado en mi director, que me decía que había posibilidades de victoria y he mantenido la calma", señaló Roux, que superó con un gran cambio de ritmo al holandés Martijn Maaskant (Garmin-Slipstream) para ganar con el pelotón entrando detrás.
El galo reconoció su enfado por la poca colaboración que hubo al final con sus compañeros de escapada. "Los gestos que hacía en los últimos kilómetros era porque nos estábamos desorganizando y los de atrás venían volando y eso era muy peligroso para nuestras aspiraciones", comentó.
De todos modos, Roux indicó que la llegada se ajustaba a sus cualidades. "Era menos peligrosa que en otros días y me venían genial los últimos kilómetros porque eran en bajada", apuntó.
IRIZAR: "SE ME HA QUEDADO MAL CUERPO".
Por su parte, el español Markel Irizar (Euskaltel), que formó parte del grupo de cinco escapados, confesó que se le había quedado "mal cuerpo" tras no poder llegar al final.
"Cuando estás en la fuga todo el día para que no te cojan y al final llegas casi hasta el final y no consigues nada... Pensábamos que íbamos a llegar porque estábamos relativamente frescos", aseguró el vasco, feliz de que su equipo no sufriese "ninguna caída". "Ya nos había tocado en otras etapas", sentenció.
