MADRID, 21 May. (EUROPA PRESS) -
El entrenador del Sevilla FC, Unai Emery, se enfrentará posiblemente este domingo a una de sus 'bestias negras' como técnico, ya que de 22 partidos en los que se ha medido al FC Barcelona, su rival en la final de la Copa del Rey, con cuatro clubes diferentes (Almería, Valencia, Spartak de Moscú y Sevilla), sólo le ha ganado una vez, aunque al mando de su actual equipo.
El bagaje del preparador vasco cuando ha tenido enfrente al conjunto catalán no es demasiado bueno ya que suma 15 derrotas, seis empates y una única victoria, cosechada en la primera vuelta de la recién acaba Liga BBVA, al imponerse por 2-1 en el Ramón Sánchez-Pizjuán, poniendo fin a 20 duelos sin conocer la victoria. En la vuelta en el Camp Nou, su equipo dio buena imagen, pero cayó finalmente por 1-2 sumando una nueva derrota.
Este mismo año, el de Hondarribia también perdió la Supercopa de Europa (5-4) ante el Barça, y en la campaña 2014-2015 el duelo en Nervión terminó 2-2 y el de la Ciudad Condal con severa derrota por 5-1. En 2013/14, dos derrotas ligueras más por 3-2 y 1-4, mientras que en su primer enfrentamiento como entrenador sevillista, perdió por 2-1, resultado similar al que encajó en 'Champions' en su etapa con el Spartak de Moscú (3-2), con revés más abultado en su estadio (0-3).
Con el Valencia, el técnico vasco arañó tres empates ligueros en Mestalla y uno en semifinales de la Copa del Rey de la temporada 2011/12. Sin embargo, en esta eliminatoria acabaría cayendo en 'Can Barça' por 2-0. En diez enfrentamientos con el club 'che', Emery tuvo un balance de 21 goles en contra, por ocho a favor.
En su primera temporada en Primera División, Emery se midió al FC Barcelona con la UD Almería. Con el club almeriense, el técnico cayó 2-0 en el Camp Nou, pero arañó un valioso empate en el estadio Juegos del Mediterráneo (2-2).
En cuanto a los enfrentamientos particulares con Luis Enrique Martínez, aquella del pasado mes de octubre fue la primera victoria también frente al asturiano. El preparador vasco sufrió dos derrotas por 1-0 cuando Luis Enrique estaba al frente del Celta de Vigo, a las que hay que añadir las dos en Liga BBVA de 2014-2015 y de 2015-2016 y la de la Supercopa de Europa, con el empate en el Ramón Sánchez-Pizjuán de 2015 como el otro resultado positivo.
