MADRID, 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Manchester City y el Chelsea se enfrentarán este domingo (17.30 horas) en la final de la Carabao Cup, la Copa de la Liga, en un partido marcado por la reciente goleada del conjunto de Pep Guardiola sobre los londinenses, que no atraviesan su mejor momento y desprenden muchas dudas en la Premier League.
El partido se disputará en Wembley y pondrá en juego el segundo título del curso para el fútbol británico. El primero fue la Community Shield y esa cayó de manos del cuadro 'citizen', precisamente ante el Chelsea. Los de Guardiola, quien busca su cuarto entorchado como técnico de los celestes, querrán repetir su reciente brillante actuación.
Ambos conjuntos llegan a la cita tras haber ganado en Europa. El City lo hizo ante el Schalke (2-3) en la ida de octavos de la 'Champions' y el cuadro de Maurizio Sarri logró lo propio ante el Malmoe (3-0) en dieciseisavos de la Liga Europa. "El Chelsea tiene jugadores de mucho talento, orgullosos y darán un extra. Hubiera preferido no haber ganado 6-0 en Liga", avisó Guardiola en la previa.
Por su parte, el técnico 'blue' vive una situación completamente diferente. Cuestionado por algunos seguidores y parte de la prensa, el técnico italiano ha dicho que siente que entrenará al Chelsea "por mucho tiempo", aunque sabe que una derrota este domingo irá oscureciendo su futuro en la capital inglesa de cara al próximo curso.
El Chelsea mantiene las dudas de Pedro Rodríguez y Kepa Arrizabalaga. El canario padece problemas estomacales y el portero vasco, una lesión muscular. En su caso sería reemplazado por Willy Caballero, que se enfrentaría a su exequipo. También llegará justo, si es que lo consigue, el defensa italiano Davide Zappacosta, enfermo.
Por su parte, Guardiola no dispondrá de los defensas Benjamin Mendy y John Stones, ni tampoco presumiblemente con Gabriel Jesus. Sin embargo, habrá que esperar para conocer los últimos movimientos. Los 'citizens' se agarrarán al 'Kun' Agüero, que atraviesa un dulce momento, mientras que los 'blues' harán lo propio con Hazard o el recién incorporado Higuaín.
