MADRID, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -
El capitán de la selección española de fútbol sala, Kike Boned, ha decidido "poner fin" a su carrera como internacional "sin ningún tipo de trauma, con naturalidad y tranquilidad" después de casi 180 partidos defendiendo la camiseta roja y con dos Mundiales a su espalda.
El cierre de ElPozo Murcia pone fin así a una etapa en la que puede presumir de haber conquistado un amplio palmarés. Con sólo 22 años conquistó su primer Mundial, en el 2000 en Guatemala, y desde entonces no se ha perdido una sola final de un Campeonato del Mundo, con otro título en 2004 y dos subcampeonatos en 2008 y 2012. Además, cuenta con cinco Europeos (2001, 2005, 2007, 2010, 2012).
"Quiero hacer público y oficial de una manera como se deben hacer las cosas, anuncio que he decidido poner fin a mi carrera en la selección española. Ha llegado mi momento, todos lo intuíais y no creo que este sorprendiendo a nadie. Sin ningún tipo trauma, con naturalidad y tranquilidad he decidido que se acabó, todo tiene un inicio y ahora llega el final", explicó Kike en rueda de prensa.
Son casi 15 años como internacional, que le han traído muchas alegrías y todavía más buenos recuerdos. "Creo que tengo una carrera de la que me puedo sentir orgulloso y pleno, no tengo ningún motivo de queja, ni derecho, independientemente de lo que ocurrió el domingo pasado", indicó.
"Son 15 años, son muchos recuerdos, he intentado durante este último mes hacer un ejercicio de memoria recordando momentos vividos y experiencias, después de tanto tiempo y casi 180 partidos son muchas las cosas que me han sucedido, mucha gente a la que he conocido, muchos campeonatos, muchas cosas tanto dentro como fuera del campo", añadió el jugador.
Aunque el valenciano se quedaría con el título mundial en Guatemala, "el punto de inflexión". "Era un niño y no pude jugar aquella final, pero todos los que vivimos aquel día fuimos consciente de que algo estaba cambiando, tuve la oportunidad de vivirlo en primera persona", reconoció.
Eso si, aseguró que se va de 'La Roja' con la espinita del Mundial de Tailandia, en el que perdieron la final ante Brasil. "Hubiera sido más bonito acabar con la tercera estrella, pero las cosas son como son y hay que aceptarlas, la derrota y la victoria forman parte de todo esto", subrayó el capitán de ElPozo Murcia.
Asimismo, Kike afirmó que "la decisión ya estaba tomada" antes del Mundial, independientemente del resultado. "Este Mundial prácticamente es una bola extra y mi idea durante el verano era incluso valorar la posibilidad de dar un paso al lado", apuntó.
"Cuando eres padre, cuando empiezas a tener otras prioridades, te das cuenta de que las cosas cambian, le di muchas vueltas, pero al final entre todos creímos que lo mejor era acabar en Bangkok intentando lograr ese tercer título que era tan deseado y no me arrepiento. Ha sido una experiencia positiva más allá del resultado final, que se nos ha escapado entre las manos, pero hemos hecho un gran Mundial", aseveró.
"QUERÍA IRME CUANDO TODAVÍA FUERA ÚTIL".
Kike quería irse teniendo "muy claro" de hacerlo en un momento "en el que todavía fuera útil y de poder aportar". "Me he sentido bien en el Mundial, han salido bien las cosas, pero no lo sé, no tengo la otra visión de si irse cuando uno deja de ser útil es menos difícil", expresó el cierre. "Jamás pensé que la selección me iba a dar todo esto y de eso me tengo que sentir afortunado", continuó.
En ese mismo asunto, auguró un buen futuro para la selección a pesar de la paulatina marcha de todos los veteranos. "Le deseo lo mejor a la nueva generación que estoy convencido de que lo van a hacer mejor que nosotros", confesó.
"Son 15 años y recuerdo muchos momentos en los que se iban jugadores importantes y siempre había ese miedo de ser capaces de mantener ese nivel, pero al final la selección está por encima, hay unos valores, una forma de entenderlo, de compromiso, que hace que nos supere a cualquiera de nosotros. Ahora es un momento en el que nos hemos ido varios importantes como Javi Rodríguez o Luis Amado y estoy convencido de que la nueva generación nos van a superar, lo van a hacer muy bien y ojalá tengamos dentro de 4 años lo que se nos ha escapado ahora", añadió al respecto.
"NO PUEDO MIRAR A LARGO PLAZO".
Además, repitió que su futuro en el club también podría llegar a su fin al término de la presente campaña. "No lo sé, acabo contrato este año, tengo 34 años y no puedo mirar muy a largo plazo, soy consciente de que esto se está acabando, de que era un paso previo al final definitivo, no sé si será ahora, dentro de un año", subrayó el valenciano, dejando claro que intentará irse "cinco minutos antes de tener la sensación" de que ya no debe estar.
"Los del traje y corbata son otros. Desde mi posición he querido reivindicar lo que queremos, la palabra sindicalista siempre la he dicho irónicamente, pero siempre he intentado luchar lo máximo por un deporte que merece más reconocimiento del que tiene, ya no solo a nivel de selección sino a nivel de clubes", sentenció Kike, que cerró su comparecencia con agradecimientos y entre los aplausos de los presentes.
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