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SEVILLA, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
El entrenador del Sevilla FC, Míchel, ha calificado de "tres puntos de sutura" los que están en juego este sábado contra el FC Barcelona, y es que su equipo los necesita tanto para empezar a ir recuperando terreno hacia los puestos de acceso a Europa como para contentar a su molesto presidente, José María del Nido.
"Son tres puntos de sutura los que están en juego, tres puntos que son más importantes para nosotros que para el Barça. Ellos tienen que ir a remolque de un equipo para conseguir el título de Liga y nuestra distancia con Europa es menor", manifestó en rueda de prensa.
Además, confía en la afición y en un equipo con ganas de resarcirse. "El Barcelona sabe que tendrá aquí un partido incómodo, que viene a jugar a un sitio hostil que no ha sido nada fácil en años anteriores. También sería bueno que mis jugadores le quitaran la razón al presidente con su tirón de orejas. Pero siempre sumando en la misma dirección", indicó.
Y es que para Míchel las declaraciones de Del Nido no fueron un "palo duro". "El presidente es exigente y quiere que ninguno estemos despistados porque nos jugamos mucho en las jornadas que quedan. No lo consideraría un palo. Son chavales y muchas veces andamos despistados y está bien que sepamos dónde estamos. Aquí hay mucha responsabilidad y autoridad, el presidente también se juega mucho", manifestó.
El primer obstáculo tras estas declaraciones es un Barça que es un rival "muy llamativo". "Pero seríamos mediocres y vulgares si sólo le ganamos al Barcelona y las otras jornadas las olvidamos. Cuesta menos motivar a los jugadores y al ambiente, pero eso también conlleva riesgos. No podemos quedarnos solo en el partido del Barcelona, pero es el rival que toca y queremos ir a por ellos", sentenció.
"Hay argumentos. Tendremos de nuestro lado un ambiente favorable, eso sí, porque esta afición siempre está al margen de los resultados mostrando un apoyo incondicional, y ese es un buen punto de partida", aseveró al respecto.
Además, aseguró que intentarán robarle al Barça su arma más preciada. "En mi etapa de entrenador, siempre que me he enfrentado a ellos, he querido tener el balón. Es nuestra idea, no sólo quitarles el balón, sino teniéndolo. Y tenemos argumentos para ello", señaló.
