MADRID, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -
El español Ángel David Rodríguez no ha podido meterse en la final de los 60 metros del Campeonato de Europa de atletismo en pista cubierta, que termina en Praga este domingo, tras lesionarse en los últimos metros de su semifinal, mientras que Jorge Ureña ha terminado en séptima posición en concurso de heptatlón y ha puesto fin a la actuación de la delegación española, que se marcha de la República Checa con dos platas.
El madrileño, plusmarquista español con un tiempo de 6.55, se quedó de nuevo fuera de la última carrera en su tercera semifinal en la distancia -tras las de 2007 y 2011-. El representante español llegó a marchar tercero en los últimos 20 metros, cuando se lesionó y frenó su ritmo para acabar con una marca de 6.91.
'El Pájaro' finalizaba el sábado la clasificatoria con un tiempo de 6.65, que le permitió ser tercero de su serie. Con ello, el de Móstoles lograba además la mejor marca española del año, a una décima de su récord de España.
Por su parte, Jorge Ureña cerró la participación española en el Campeonato de Europa con su séptimo puesto en heptatlón, al acabar con una puntuación de 5.941 puntos en una modalidad dominada por el ruso Ilya Shkurenyov (6.353).
El alicantino se quedó a 110 puntos de su mejor marca y lamentó su error en su especialidad, la longitud, donde el sábado realizó un único salto válido y acabó con 6.88 (muy lejos de los 7.59 metros logrados en el Campeonato de España de Antequera).
El mismo sábado, el de Onil había comenzado con un gran tiempo en los 60 metros (6.96), lanzó 13,46 en peso y marcó 2,04 en altura, resultados que le permitían acabar décimo la jornada.
Este domingo, se impuso en su serie de los 60 metros vallas con una marca de 7.81 y saltó 4,80 en pértiga, lo que supuso superar dos récords personales. En los 1.000 metros, Ureña finalizó cuarto (2:42.61).
Así, España pone fin a su concurso en Praga con dos medallas de plata en el palmarés general, ambas logradas el sábado. Indira Terrero, en 400 metros, y Pablo Torrijos, en triple salto, fueron los únicos españoles que no se fueron de vacío.
