MADRID, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
La marca de ropa Fred Perry 'revive' al ex esquiador español Francisco Fernández Ochoa, oro en los Juegos Olímpicos de invierno de Sapporo en 1972, en su nueva colección Reissues, inspirada en una reinterpretación del modelo con el que la firma patrocinó al deportista madrileño en la cita japonesa.
La firma fundada por el triple campeón de Wimbledon en 1952, que diseñó el primer polo de tenis de piqué Fred Perry el mismo año y con la corona de laurel como imagen, celebra su herencia en el deporte y sus piezas de punto de la década de los sesenta, en la que ha acompañado a grandes deportistas.
Una de las grandes inspiraciones de esta colección ha sido el Francisco 'Paco' Fernández Ochoa, patrocinado por Fred Perry, que logró la primera medalla olímpica española en unos Juegos de invierno, donde tan solo su hermana Blanca y el 'rider' Regino Hernández han logrado subir al podio.
La firma relanza el jersey de cuello alto Snow-White con un Laurel Negro tejido en la manga derecha, una réplica de una de las prendas de punto que usó una vez Ochoa para la práctica del esquí y el 'aprs ski'. Piezas que se unen a otras opciones de jersey de cuello redondo llamado Fair Isle, una réplica del icono vintage Fred Perry, que llevaban hombres y mujeres que seguían la moda y las tendencias dentro y fuera de la pista. Una nueva versión hecha de punto gruesa, más 'oversized' y con un estampado de copos de nieve con el mítico laurel Fred Perry.
Siguiendo con la inspiración en el mundo del esquí otro jersey de cuello redondo y manga rayada se basa en otra de las piezas que fue originalmente diseñado para llevar tanto en la montaña como en la ciudad, compuesto de 80% de lana de cordero. El jersey presenta un panel de hombros con rayas en contraste con el negro, en color rojo y crudo.
Existen bastantes paralelismos importantes entre la vida de Fernádez Ochoa y la de Fred Perry, ambos hombres provenientes de la clase trabajadora y que lograron la inmortalidad deportiva al alcanzar el número uno del mundo en sus respectivos campos.
Ambos hombres vivieron para ver su éxito deportivo inmortalizado en una estatua hecha de bronce en tamaño natural. Un gran recordatorio para las generaciones futuras de que los antecedentes económicos tienen poco que ver con el impulso y la ambición necesarios para lograr un legado deportivo duradero.
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