El 'movistar' sufre una vía de agua y compromete su futuro en la cuarta etapa

Actualizado: jueves, 2 marzo 2006 14:22


CABO DE HORNOS, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -

El 'movistar', único participante español en la Volvo Ocean Race 2005-06, sufrió un duro golpe en sus aspiraciones de ganar la cuarta etapa, que discurre entre Wellington (Nueva Zelanda) y Río de Janeiro (Brasil), y la competición, debido una vía de agua producida a menos de 200 millas de Cabo de Hornos, meta volante de la etapa.

En esos momentos el barco español era segundo, después de haber recorrido 542 millas en 24 horas a una media de 22,6 nudos, superando en 12 millas la marca con la que batió el récord del mundo el pasado mes de abril, pero este contratiempo compromete muy seriamente su futuro en la etapa.

La tripulación se encuentra en perfecto estado y tras la crítica situación continúa rumbo a Cabo de Hornos, aunque a baja velocidad, pero con la intención de entrar en el puerto de Ushuaia (Argentina), para sacar el barco del agua y valorar los daños. Este es el segundo gran golpe que sufren los españoles, que tuvieron que optar ya por el abandonó en la primera etapa.

"Ha sido un golpe muy duro, pero lo principal es que barco y tripulación están a salvo. Cuando estábamos a punto de cruzar la meta volante, navegando en segundo lugar, y acercándonos al primero, tenemos que volver a empezar. El mensaje que queremos transmitir, después de hablar con el barco, y en nombre de todo el equipo, es que continuaremos luchando como el primer día", indicó el director del equipo, Pedro Campos.

El problema se generó en la zona estanca que comunica el interior del barco con la quilla: las tapas que cierran el área estanca de la quilla pivotante salieron despedidas; y en ese momento comenzó a entrar una gran cantidad de agua y con gran presión en el barco.

La rápida reacción y coordinación de la tripulación permitió controlar la situación, conectando las dos bombas de achique de emergencia directamente a las baterías, aunque el retraso acumulado fue importante y cortó la remontada del 'movistar', que se acercaba a la cabeza.

"Si hubiéramos tenido ratas a bordo, seguro que ya estarían fuera.

Tras arriar todas las velas y asomarse al interior sufrí un auténtico 'shock'. El agua ya había cubierto el generador y estaba a punto de cubrir la caja del motor principal. Velas, sacos de dormir, bolsas de comida... todo flotando, en una imagen indescriptible", señaló el capitán del equipo, Bouwe Bekking.

De todas maneras, a pesar de este importante imprevisto, Bekking destacó que la moral en el barco sigue estando alta. "Aunque éramos conscientes de que la cosa estaba complicada, sorprendentemente, no nos vinimos abajo en ningún momento. Tras escuchar el grito de "¡las bombas funcionan! recuperamos la esperanza de reducir el nivel de agua a bordo", dijo.